Murió en su casa y rodeado de su familia. Jean-Louis Trintignant tenía 91 años y fue su mujer Marianne Hoepfner quien informó de su fallecimiento. “Se fue de forma tranquila, como consecuencia de su edad”, dijo. También se sabía que, con discreción, atravesaba un cáncer.
Trintignant fue uno de los grandes nombres del cine francés y con una carrera prolífica en la pantalla grande y en el teatro. Participó en más de 120 películas, entre ellas, clásicos como Z, del griego Costa-Gavras; con Vittorio Gassman hicieron Il sorpasso, dirigidos por Dino Rissi; junto a Anouk Aimée protagonizaron –en 1966 y luego en 1986–, Un hombre y una mujer, con dirección de Claude Lelouch; y también estuvo en la película que hizo estrella y mito mundial a Brigitte Bardot, Y Dios creó a la mujer, de Roger Vadim. Estos son apenas una fracción mínima de los títulos que en cine cimentaron la trayectoria de quien es lo que sin dudas se llama una leyenda del cine internacional.
Reencuentro. Su última aparición en la pantalla grande fue en 2019. Allí se “reencontró” co Anouk Aimée y Claude Lelouch para rodar Los mejores años de una vida. Así se completaría la trilogía que el director armó a partir de la mencionada Un hombre y una mujer. Y esta vez para graficar el ocaso de los protagonistas, unidos por el recuerdo imborrable que marcó sus vidas. Tan imborrable que si bien el personaje de Trintignant tiene Alzheimer y está en un geriátrico, lo único que recuerda con claridad es a aquella mujer que interpreta Aimée. Un año antes de este filme, el actor había decidido retirarse porque ya un tumor estaba afectando su salud. “Los primeros días decidí luchar pero luego me volví un poco vago”, dijo por entonces Trintignant en un reportaje. “Me dejo cuidar y espero. Ya no me siento seguro, siempre necesito de alguien que me apoye y sobre todo me siento viejo e inútil”.
Pero esa decisión y esa declaración tan frontal respecto de su salud, le duró poco. Cuando incluso en su familia creían que se quedaría en casa, un llamado lo hizo cambiar de opinión. Charles Berling, director del teatro Liberté de la ciudad francesa de Tolón, lo convocó y aceptó. “Estoy listo”, respondió Trintignant; y pocos días después se subía al escenario para recitar –como en muchísimas otras veces a lo largo de su carrera– a Jacques Prèvert y, además, a dialogar sobre las líneas del poema Le Bateau Ivre, de Arthur Rimbaud.
Una madre especial. Jean-louis Trintignant nació en Piolenc (Francia) un 9 de diciembre de 1930. Su padre era un pequeño empresario, descendiente de una familia de pilotos de carrera, que militó en la Resistencia Francesa y luego fue alcalde del pueblo. Su madre provenía de la pequeña burguesía y había contraído matrimonio por un arreglo, mientras mantenía una historia de amor con un soldado alemán, lo que significaba peleas permanentes con su padre. Esto último marcó la infancia de Trintignant.
Un detalle “curioso” de su infancia: como su madre quiso haber tenido una hija –además de él–, para satisfacer ese deseo incumplido, lo obligaba a menudo a vestirse de mujer. Con todo, el actor la describe como una “madre pasional y romántica” y la persona que finalmente lo alentó a actuar desde pequeño en una sala local.
Más tarde Trintignant estudió abogacía y se mudó a París, donde interpretó sus primeros roles en teatro. En 1955 tuvo su primera prueba en cine y filmó tres películas en un año, entre ellas la mencionada Y Dios creó a la mujer, con Brigitte Bardot. Por ese, éxito Vadim vuelve a convocarlo para Las relaciones peligrosas y a su vez, Trintignant comienza a rodar en Italia, en Cinecittá.
Y no paró: Alain Cavalier, Costa Gavras, Bernardo Bertolucci, Ettore Scola, Alain Robbe Grillet, Claude Lelouch, Claude Chabrol, Eric Rohmer, Francois Truffaut, Krzysztof Kieslowski y Michael Haneke fueron algunos de los directores con lo que trabajó.
Tragedia personal. En lo privado, el momento más trágico fue el asesinato de su hija Marie, también actriz, en manos de su pareja Bertrand Cantat, ex cantante de Noir Desir. Corría 2003 y Cantat y Marie eran pareja. Ella tenía 41 y hacía un año y medio salía con Cantat, quien la mató a golpes en un hotel. Un hecho que conmocionó a Francia.