Cuando Ridley Scott comenzó a pensar en llevar al cine este hecho policial que sacudió a la alta sociedad de Italia y acaparó la atención mundial, Lady Gaga tenía tan sólo quince años. No había iniciado siquiera su camino en la música profesional y mucho menos en la pantalla grande. Y lejos estaba de ser considerada la heredera del trono pop de Madonna, de ganar 12 Grammy e incluso lograr en un mismo años una nominación a un Oscar como mejor actriz y recibir uno por la Mejor Canción Original. La frase obvia de que “veinte años no es nada” puede aplicarse ahora a ella y a este segundo desafío cinematográfico de la cantante. En el proceso y en los años que le tomaron a Ridley Scott ponerse a filmar House of Gucci (La casa Gucci) pasaron por su borrador los nombres de Angelina Jolie, Penélope Cruz e incluso Margot Robbins para el protagónico que finalmente recibió Lady Gaga. Así ella se convirtió –en la película– en Patrizia Reggiani Gucci.
Por qué no quiso conocer a Patrizia Gucci
“La casa Gucci” está basada en el libro homónimo de Sara Gay Forden, que describe no sólo qué era en los años 90 la mítica casa de lujo italiana, sino el asesinato de Maurizio Gucci orquestado por su entonces ex mujer Patrizia Reggiani en 1995. Ella, que en Nueva York era amiga de Jackie Kennedy y entre sus excentricidades estaban las de gastar 10 mil dólares por mes en orquídeas para decorar su penthouse neoyorquino, se encargó de contratar al sicario que finalmente asesinó a su ex marido. El resultado: en 1998 Reggiani fue condenada a 29 años de cárcel, luego se le redujo a 26 años, intentó ahorcarse en prisión, y en 2011, habiendo cumplido 18 años de condena, quedó libre. Hoy vive en Milán y enterada de que Lady Gaga hacía de ella en cine dijo a un medio italiano que si bien le gustaba que alguien tan famosa la interpretara, le molestaba que la cantante “no hubiera tenido la sensibilidad para venir a conocerme.” Los actores tienen varias técnicas respecto de cómo encarar un personaje, sobre todo si se trata de uno que es contemporáneo y se puede acceder a él.
Lady Gaga eligió la de mantenerse a distancia de Patrizia Reggiani Gucci y explicó en varias entrevistas el por qué de su decisión. "Pensé que solamente podía hacerle justicia a la historia si me acercaba a ella con el espíritu de una mujer curiosa interesada en el espíritu periodístico”, explicó.”Y así poder leer entre líneas lo que ocurre en las escenas de la película. Con esto quiero decir que nadie me iba a decir quién era Patrizia Gucci, ni siquiera la propia Patrizia Reggiani Gucci”.
La dificultad de Lady Gaga para dejar el personaje
Simbiosis actoral. Para encarar el personaje, Lady Gaga tuvo de coach durante la filmación a Susan Batson, una “entrenadora de actuación” que trabajó con, por ejemplo, Juliette Binoche, Nicole Kidman, Oprah Winfrey, Tom Cruise, Zac Efron, Chris Rock, Jamie Foxx, Liv Tyler, Kirsten Dunst, Laverne Cox, y Rihanna. Pero su preparación comenzó hace tres años y, relató Gaga, “ viví como ella (Reggiani) durante un año y medio. Y en los últimos nueve meses hasta hablaba con su acento…incluso fuera de cámara.” Para aprehender aún más el papel lo primero que hizo fue teñirse el pelo como el personaje porque, dijo “me era casi imposible hablar con ese acento italiano teniendo mi cabello rubio”. Y también relató que hacia el final del rodaje, el personaje se le había pegado demasiado. Hay muchas historias de varios actores que dicen, les cuesta desconectarse fuera del set. “Tuve algunas dificultades psicológicas”, explicó en algunas entrevistas Lady Gaga. “O estaba en mi habitación de hotel, viviendo y hablando como Reggiani, o en el set, viviendo y hablando como ella. Estando en Italia, un día salí a pasear y como no lo había hecho en dos meses, entré en pánico: pensé que estaba en el set de la película no en la vida real”.