PROTAGONISTAS
En primera persona

"Todavía no leí ‘Sinceramente’ porque habla de lo que me llevó a enfermarme"

Florencia Kirchner rompió el silencio. En una entrevista radial, culpó al accionar judicial de su enfermedad. Habló de las discusiones con su madre y sus portazos por el aborto.

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Vinculo. Florencia contó que su mamá le leyó partes del libro que escribió, pero no más. También que el tema del aborto fue motivo de discusión entre ellas. Y aún hoy es un tópico que genera entre ellas intensas charlas. En una entrevista con Futurock, la hija de Cristina Kirchner habló sobre el nexo directo entre su salud y el ensañamiento judicial hacia su persona en los últimos cuatro años. | cedoc

Entre visitas de amigos preocupados y lecturas de autores diversos. Así, fuera de la opinión pública, Florencia Kirchner atravesó su estancia terapéutica en Cuba gestando tal vez de manera inconsciente otra nueva faceta: editar un libro que llevará su firma. “Sí, estoy contenta. Pero ahí queda”, se limitó a responder en la madrugada del jueves cuando le preguntaron, entre otras cosas, qué había de cierto sobre el proyecto de publicar un libro. Florencia Kirchner se convirtió nuevamente en noticia –fue trending topic en Twitter todo el día de ayer– luego de contar cómo fue todo su último año en La Habana, lugar al que había llegado en febrero pasado para hacer un curso de guion de cine, aunque al poco tiempo –siendo protagonista de dos causas judiciales– pidió permiso para demorar su regreso y someterse a un tratamiento de salud.

Florencia Kirchner habló de todo por primera vez desde que regresó de Cuba, el 22 de marzo último. Dijo que sufrió un “ensañamiento judicial”, algo que la “enfermó”. Y en medio de la cuarentena general que cumple en su departamento del barrio porteño de Constitución, la joven de 29 años pasó revista de aquellos primeros días en el país caribeño. “Yo no venía bien de salud. Fui a hacer el curso (de guion de cine a La Habana) y de paso me iba a hacer el chequeo, que no dio bien. Entonces no hice el curso y ya me quedé ahí”, empezó a contar en una entrevista radial con Futurock, en el ciclo La noche inesperada.

La hija de la vicepresidenta confesó que la propia internación le sirvió para “salir escribiendo, encontrando una voz y sintiendo más honesto lo que estaba escribiendo”. Según expresó a Julia Mengolini y Gabriela Borrelli, no le fue fácil. “Había escrito algunos relatos, pero lo que venía pasando acá y todo el ensañamiento conmigo me tenían muy bloqueada”, graficó la joven, quien a comienzos de este año se convirtió en una influencer literaria. A través de su Instagram, donde la siguen casi 200 mil personas, publica posteos destinados, entre otras cosas, a divulgar y recomendar libros escritos por autoras que reivindican el rol de la mujer en la sociedad. Comenzó con Virginia Woolf y continuó con escritoras como Marisa Wagner, Jamaica Kincaid y Maxie Wander, entre otras. 

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A mí, sí; a él, no. En otro tramo de la charla, detalló aún más cómo la pasó en los últimos cuatro años. “Mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía tres jueces que hacían conmigo lo que querían: eso fue lo que a mí me enfermó”, dijo. Y agregó: “Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio de 2016, fue una cosa que nunca había visto siquiera en otra persona”. En otra parte, hizo una diferenciación entre lo que a ella y a Máximo Kirchner les tocaba vivir cuando tenían que presentarse a declarar. “Había veces en las que teníamos que ir a Comodoro Py, y a mi hermano no le mandaban la prensa a la casa, me la mandaban a mí. Yo tenía cinco cámaras acá abajo”, graficó. 

“En un universo paralelo”. Así se refirió a su cuadro de depresión, cuando contó que durante mucho tiempo no estuvo conectada con nada. “No quería saber nada con nada ni con nadie. Tardaba mucho en contestarles a mis amigos. Estaba como ida. (...) Estaba mal, muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie”, agregó la joven, quien confesó sentirse mejor ahora. “Por algo estoy de regreso acá. Tengo mis días, también. Deprimida ya no estoy. Estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy”, agregó Florencia, quien se encuentra involucrada en las causas Hotesur y Los Sauces, en las que es investigada por su supuesta participación en una asociación ilícita que habría lavado dinero a través de hoteles. 

Estando ella en Cuba, el año pasado y ante un requerimiento del Tribunal Oral Federal 5, los médicos cubanos que la atendieron enviaron un documento informando la enfermedad que padece: fue diagnosticada de un trastorno de estrés postraumático y un linfedema ligero de miembros inferiores.

Sorpresa por Facebook. Florencia Kirchner contó además cómo vivió el momento en el que se enteró de que su madre iba a ser candidata a vicepresidenta. Ella, según detalló, no quería saber nada de la Argentina y hasta le pidió a su mamá que no le contara nada de lo que iban a hacer. Fue así como, en medio de algunas peleas, se enteró por Facebook de la fórmula presidencial. Cuando supo la noticia, le mandó un mensajito a través de otra persona para felicitarla. “El día que ganó Alberto fue muy gracioso porque en Cuba no está andando muy bien internet por todo el tema del bloqueo. Justo ese día venía andando re bien y se empezó a cortar. Fue muy loco, no pude dormir, me emocioné mucho y hablé con mi hermano. A su vez, fue como que me sorprendió porque yo estaba muy desconectada y había mucha polarización”, relató.

Entre esas diferencias que tenía con su madre estaba la de la postura del aborto, una cuestión que incluyó discusiones y portazos. Se sabe: Cristina Kirchner sorprendió a mediados de 2018 cuando públicamente contó su postura a favor de la ley. “A ella verdaderamente le impactó mucho el tema de las pibas tan chicas. A mi mamá eso es algo que siempre la va a interpelar por más que siga siendo ortodoxa, como dijo ella anteayer en una discusión que tuvimos. Pero se vio muy interpelada por lo que sucedió socialmente. Eso existió. Hubo peleas tremendas, con portazos, con todo. Pero sí, la interpelaron muchísimo el movimiento de mujeres y las pibas tan jóvenes”, enfatizó.

Entre risas, Florencia también admitió que no leyó el libro de su mamá, Sinceramente. “No lo leí porque habla de todo lo que me llevó a enfermarme. Más adelante, cuando esto lo sienta más lejos, lo voy a agarrar, lo tengo acá. En su momento fue motivo de pelea con mi mamá, pero lo entendió. Hay algunas partes que ella me leyó cuando estábamos en Cuba y algunas capturas que me mandaron mis amigos; eso sí que no fue una sorpresa, yo sabía. Más adelante voy a agarrarlo, porque quizás me sirva para ordenarme un poco”, contó al respecto.