PROTAGONISTAS
la biopic latina de 2018

Una argentina en el equipo que guionó la vida de Luis Miguel

Flavia Atencio estuvo presente en el primer show del cantante en su Mendoza natal; más de treinta años, ella escribió su historia en la serie que destronó a La casa de papel.

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En México. Flavia vio horas de entrevistas a Luismi, y visitó la casa de su niñez, y la de Acapulco. Aún no lo conoce en persona. | F.A.

Viajó a México por vacaciones y terminó quedándose en el país para trabajar. Gracias a sus estudios en cine, Flavia Atencio pasó por varios proyectos, y de a poco encontró su camino como guionista. Este año formó parte de los escritores que le dieron vida a la serie Luis Miguel y cuenta a PERFIL que la producción le abrió muchas puertas. “Desde lo mediático ha sido un quiebre en mi carrera”, explica esta mendocina que, de chica, iba a los recitales de Luismi.

—¿Cómo llegaste a la serie?

—Para esta producción en particular reclutaron a un equipo internacional. Anteriormente formé parte de un grupo de trabajo donde se utilizó un método de Estados Unidos para escribir series y ellos estaban buscando guionistas que siguieran con ese sistema. Al conocerlo se me dio la posibilidad de llegar a la serie, además, la sede de los escritores iba a estar en México. Y eso también ayudó.

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—¿Eras fanática de Luis Miguel?

—Lo conocía porque fui a ver el primer concierto que dio en Mendoza. Me gustaba mucho ya en esa época.

—¿Tuviste que investigar mucho sobre su vida?

—Sí. Lo primero que tuvimos que hacer fue leer una biografía, sobre la que se basa la serie. La realidad es que a uno le puede gustar Luis Miguel o sus canciones, pero no conoce todos los aspectos de su vida, sobre todo su infancia. El primer mes de trabajo fue muy intenso porque también tuvimos que ver las entrevistas que le había hecho la productora y que duraban varias horas. Además nos llegaban reportajes que se habían hecho con personas que lo conocían. Fue mucho trabajo en ese sentido. De hecho hacíamos una broma: que sabíamos más de Luis Miguel que él mismo...

—Te volviste una experta…

—Es que teníamos que hacerlo. Muchas veces me preguntan qué tanto hay de realidad y qué de ficción. Todos los hechos sucedieron y tratamos de ser lo más fieles posible a ellos, pero como en cualquier biopic, uno tiene que generar la ficción alrededor de esos hechos porque obviamente no hay memoria de todo lo que pasó y lo mismo con los diálogos. En esos momentos uno tiene mucha responsabilidad al respecto como escritor. Cuando ficcionas la vida real de una persona creo que tenés que saber mucho de ella para poder desarrollar emocionalmente a los personajes.

—¿Y a él lo entrevistaste?

—No lo conocí personalmente. Sí tuve la oportunidad de visitar la casa donde estuvo de niño en México. Es la que el amigo de Luis Rey le presta por un tiempo; también la que él vivió en Acapulco. Me sirvió mucho para entrar en contexto sobre todo de la época.

—¿Qué te sorprendió de su vida?

—Sobre todo la infancia y su relación con el padre. Creo que era algo que uno podía saber si veía alguna entrevista o leía algún libro, pero en general Luis Miguel fue muy hermético con esa parte de su vida. Con la serie es la primera vez que se abre la posibilidad de contar todo lo que sucedió y de repente había días que con los demás escritores nos quedábamos en silencio porque la dinámica familiar era realmente un drama.

—¿Cómo fue escribir sobre el padre?

—Primero que nada teníamos que hacerlo con gran respeto a Luis Miguel. Si bien nosotros no estábamos limitados en lo que íbamos a escribir sí había ciertos lineamientos que teníamos que seguir. Sobre todo porque él es una figura actual y pública. En este caso sabíamos que teníamos que tratar esto con mucho cuidado porque finalmente es su vida. Sin embargo, por otro lado también teníamos que contar lo que su padre era. Dramáticamente es un gran personaje y para los escritores fue muy bueno porque uno tiene que lograr que el espectador encuentre atractivo al personaje y a las situaciones de conflicto. No pudimos haber tenido un mejor villano.

—¿Sentiste afinidad con la madre por el lazo con Argentina?

—Honestamente,hubiera querido que se vea más la parte argentina. Por cuestiones de producción en la serie no se pudieron mostrar. En lo que a mí me tocaba, llegué a escribir escenas de su madre que se desarrollaban en Argentina y que eran cuestiones de su pasado, la vida de ella antes que naciera Luis Miguel. Disfrutaba mucho de hacerlas porque Marcela llegó de Italia a la Argentina y fue donde aprendió a hablar español. Para mí era maravilloso, era una situación muy familiar el tema de italianos inmigrantes. De repente les explicaba cosas al resto de los escritores de esa parte italo-argentina de Marcela porque la sentía muy cercana. Me gustaría ver un poco más la historia de Marcela y de él en Argentina. Ha tenido amores allí, muchos conciertos y creo que nuestro país merece un poco más si hay una segunda temporada.  

—¿Esperabas este éxito de la serie?  

—La verdad que no tanto. Con los demás escritores a veces bromeamos con que todos nuestros años de trayectoria antes de la serie ya no existen. En mi caso junto a otro de los guionistas creamos el personaje del Cadete Tello que aparece en uno de los capítulos. Al día siguiente de que sale ese episodio tuve decenas de llamadas de periodistas de todo México que querían entrevistas y llegamos a ser trendic topic en Twitter. La gente no podía creer que ese personaje no hubiera existido de verdad y yo no daba crédito a todo lo que estaba pasando. Es impresionante que las personas estuvieran ansiosas todos los domingos esperando los capítulos.

—¿Hay una segunda temporada?

—Por el momento no se sabe. Lo más seguro es que sí, pero no han firmado nada aún. En la prensa de México se habla de que las negociaciones con Luis Miguel se están llevando a cabo, pero esas cosas llevan su tiempo. Si estoy disponible por supuesto que participaría de la segunda temporada. Por suerte la serie me abrió muchas puertas para trabajar en otros proyectos y estoy con mucho trabajo.

—¿Sentís que es la serie de tu vida?

—Como guionista pienso que sí, en el sentido mediático. Sigo escribiendo y hoy en día estoy con una serie original para otra plataforma. Por supuesto que hay otros retos y también pasa que hay otras cosas que uno quiere contar, pero desde lo mediático y también por la calidad de la producción creo que para mí ha sido un impulso.

—¿Te gustó que haya actores argentinos?

—Por supuesto. Yo era una defensora de que los personajes argentinos tenían que ser representados por actores argentinos. En el caso de César Bordón con Hugo López me pareció extraordinario porque era un personaje particular. El era una figura paterna y me parece que lo interpreta a la perfe-cción y que crea empatía con el público.

 

El renacer de un ídolo

Se estima que la producción de los 13 capítulos que tiene la primera temporada de Luis Miguel costó alrededor de 13 millones de dólares. El cantante habría cobrado cinco millones de dólares por los derechos y Netflix estaría negociando una segunda temporada por la que le daría al artista diez millones más. Según distintos medios de México, él tenía serios problemas financieros. Por eso la serie lo habría ayudado a resolver ese tema. Lo cierto es que catapultó sus niveles de popularidad. No solo Netflix se benefició, también Spotify. Según informó esta plataforma, las escuchas de sus temas se duplicaron en las últimas 13 semanas en comparación a la primera parte del año cuando la serie todavía no se emitía.

Luis Miguel tiene 1,1 millones de seguidores, y 4,5 millones de oyentes mensuales siendo Culpable o no, Ahora te puedes marchar y La incondicional las canciones más escuchadas.