La conexión se demoró unos silenciosos minutos y para cuando Woody Allen apareció desde su casa en el plano, el actor Alec Baldwin no pudo contener su emoción. La manera en que descomprimió sus entendibles nervios fue algo sorpresiva, eso sí: la charla comenzó con una disertación del actor sobre las redes sociales, a las que comparó con el “Radio City Music Hall” de los millennials.
Sin dudas la intención de Baldwin era acercarle el concepto a Woody Allen, que se venía manifestando totalmente indiferente a la cuestión, con una analogía que le fuera cercana. Imposible, en ese momento, no pensar en Radio Days, película de 1987 en la cual el mencionado centro de entretenimientos es tan bien retratado por el mencionado cineasta. Lacónico a ese respecto, Woody Allen no escatimó a la hora de comunicar su pesimismo respecto del estado actual de la industria cinematográfica y sus pocas ganas de seguir haciendo películas. Luego de encontrarse feliz, disfrutando de la vida doméstica a la que la pandemia de la COVID-19 lo había arrojado, el director de 86 años se dio cuenta de que “quizás ésta es una buena manera de vivir”, dijo. Y con su sutil tono que pivotea entre el sarcasmo y la honestidad brutal, agregó la pregunta que se le vino a la mente en ese tiempo de encierro, clarinete y escritura: “¿Qué tal si no hago más películas?”.
“Ya no es entretenido para mí” agregó Woody Allen, que se refirió también al derrotero de las películas en el sistema de distribución: “Antes, cuando hacías una película, ésta iba a salas de cine en todo el país. Ahora hacés una película y tenés un par de semanas en una sala de cine. Tal vez cuatro semanas y después pasa directamente al streaming, o al pay per view (pago por visión). Y no es lo mismo”, expresó. Durante ese segmento de la entrevista, el director manifestó más de una vez que su plan era hacer una o dos películas más, y resumió: "Voy a hacer una película más y ver cómo me siento.”
Por Pierre Froidevaux.