“Esto será lo último que diga sobre todo este asunto y tampoco nadie lo en mi nombre (...) Demasiada gente ha sido lastimada”. De esta manera, Woody Allen termina el extenso texto que publicó ayer The New York Times para sumar así su parte en la historia que inició Dylan Farrow, uno de los catorce hijos que el director y Mia Farrow criaron durante los doce años que fueron pareja. La semana pasada, la joven escribió en el mencionado periódico que Allen había abusado de ella cuando tenía 7 años y que lo relata públicamente por la bronca que le producía ver cómo su padre fue celebrado por su desempeño en los recientes premios Golden Globe. A los pocos días, Moses Farrow, otro de los hijos, salió en defensa de su padre y calificó a su madre como una gran manipuladora que los crió a todos con temor y odio hacia el cineasta. Ahora, es Allen quien dio su versión. “Hace veintiún años, cuando supe por primera vez que Mia Farrow me había acusado de abuso sexual de menores, me pareció tan ridícula que no le di importancia. Tuvimos una separación tan terrible (...) y la batalla legal por la custodia de nuestros hijos nos consumió. Lo obvio de su malevolencia era tal que ni siquiera contraté un abogado para defenderme. (...) Ingenuamente pensé que la acusación sería desestimada porque, por supuesto, no había abusado de Dylan, y cualquier persona racional se daría cuenta de la estrategia de mi ex mujer. (...) La policía comenzó a investigar. (…) Me sometí al detector de mentiras y por supuesto, lo pasé (...). Le pedí a Mia que también lo hiciera; se negó. (...) Mientras tanto, la policía pidió ayuda a una unidad especial de investigación, la Clínica de Abuso Sexual Infantil del Hospital de la Universidad de Yale. En sus conclusiones dicen: ‘Consideradas tres hipótesis: que las declaraciones eran ciertas y que el Sr. Allen había abusado de ella; en segundo lugar, que las declaraciones no eran ciertas pero fueron hechas por una pequeña emocionalmente vulnerable inmersa en una familia perturbada y de esta manera respondía así a las tensiones familiares; tercero, que fue entrenada o influenciada por la Sra. Farrow. Si bien podemos concluir que Dylan no fue víctima de abuso sexual, no podemos definir si son verdaderas la segunda y la tercera hipótesis. Creemos probable que una combinación de ambas explica mejor el porqué de las acusaciones de Dylan de abuso sexual’”. Luego el director detalla sus intentos de ver a Dylan, a quien, según dice, Mia la consideraba un “trofeo de guerra”: se había apoderado de ella porque él le había robado a Soon-Yi, la hija que habían adoptado y con la que Allen está casado hace dieciséis años
