Un tema que preocupa y mucho es el del bullying y cada vez escala más la problemática. Es que además de la carga y ensañamiento para con chicos y chicas en particular, ocurren situaciones como las de un chico de 13 años en San Juan, a quien dos compañeros le dieron agua saborizada con sedantes y estimulantes, terminando en el hospital.
“Es muy difícil ver si un alumno ingresa sustancias a una institución educativa”, aseguró Laura Lewin, especialista en educación, quien luego completó: “Hay que anticiparnos, buscando cambios de actitud y trabajar las habilidades socioemocionales, no solamente lo cognitivo”.
“Cuando trabajas solo lo cognitivo tenés problemas con chicos que se distancian”, completó. Con recursos dañinos al alcance de la mano, es difícil manejar la situación ya sea para madres o padres como para docentes.
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“Los chicos tienen que aprender a respetarse, la escuela tiene que ser un lugar que forme individuos de bien. Hay que pasar de la escuela del saber a la escuela del ser”, concluyó Lewin. El foco de que la educación también sea emocional abarca a los padres también, haciendo que tengan un seguimiento del comportamiento del estudiante.
