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COLUMNA

La falta de visión en los políticos

El analista político, Alejandro Katz, evalúa el escenario político argentino, al que describe como "sumamente complejo".

Nuestro país está en una situación sumamente compleja. La economía argentina se ha detenido durante 10 años y los dos últimos han caído. En ese contexto, los hechos de la semana anterior no hacen más que sumar preocupaciones. La incapacidad del ministro de Seguridad y el gobernador de la provincia de Buenos Aires para prever la revuelta policial y para solucionarla una vez que se desencadenó, son muy llamativas.

La implicación personal del Presidente de la República en ese conflicto también lo es. No resulta claro por qué el presidente tiene que participar en la resolución de un conflicto salarial de una fuerza policial provincial, aún tratándose de la Policía de la provincia de Buenos Aires. El presidente no puede implicarse en esas cuestiones. Sólo queda la sensación de que lo hizo para poder utilizar el conflicto en contra de su principal rival político.

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Es un síntoma de lo que nos ocurre. Nuestra dirigencia pierde de vista sus obligaciones, pierde de vista el lugar que debe ocupar. El Presidente de la República, no sólo no debe participar en una resolución de un conflicto salarial de una fuerza policial de provincia, sino que mucho menos debe utilizarlo para confrontar con su opositor político. La falta de visión, y la falta de mirada, la falta de comprensión del interés colectivo es terriblemente dañina para nuestro país.

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Es también terriblemente extendida entre nuestra dirigencia la nota de opinión que publicó Mauricio Macri en un diario de circulación nacional. Es un pésimo signo en este sentido, una nota en la cual el expresidente no tiene una sola reflexión acerca de cómo salir de la situación actual, pero no deja de levantar un dedo acusatorio para señalar que el mal radica en todo lo que hace el Gobierno. No se pregunta ni una sola vez de qué modo es corresponsable de la situación actual. No se preocupa en indagar cómo colaborar para solucionar los problemas. Acusa a poner lo negro de un lado y lo blanco del otro. Lo bueno de un lado y lo malo del otro.

Pensamiento facciosos, pensamientos maniqueos, pensamientos no sólo antidemocráticos, sino de una falta de inteligencia notable.