Ezequiel García, tenía 20 años y esperaba el final de la feria judicial en la cárcel de procesados, para recuperar su libertad. Se había probado su falta de culpabilidad luego de estar casi un año preso por robo. Pero murió tras recibir una brutal golpiza por parte de un grupo de penitenciarios en la Unidad Penal 6 de San Cayetano. Ahora, sus familiares reclaman justicia. RePerfilAr, habló con Laura, su mamá, quien asegura que los acusados "están en su casa".
"Fui el 13 de enero a llevarle cosas que él me había pedido y cuando llego a la unidad me las recibe el personal de Servicio Penitenciario y no me dicen nada que mi hijo estaba muerto, porque ellos lo mataron a la mañana", relata Laura y recuerda que ese mismo día que le dieron la noticia de la muerte de su hijo, había recibido el llamado del abogado que le había dicho que una vez que finalice la feria judicial, Ezequiel iba a recuperar la libertad. "Me lo dijeron el mismo día que me lo matan", dice.
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Según cuenta Laura, el origen del conflicto de los penitenciarios con su hijo habría sido porque "le querían hacer firmar unos papeles". "Creo que en el servicio le querían hacer hacer algo a él, y él se negaba", agrega. Es así que hay registro de unos mensajes que el joven le enviaba a su madre en el que expresaba el temor que sentía porque le pasara algo a su familia, ante las reiteradas amenazas que recibía en el penal. "El director lo amenazaba con triturarle los huesos y trasladarlo a San Luis si no firmaba unos papeles", dice Laura.
Sin embargo, no es el primer caso de violencia de la que son víctimas los internos en unidades penales de Corrientes. José María Candia, un joven ladrillero de 22 años también fue “asesinado salvajemente el 21 de abril en la Unidad Penal 1 de esta ciudad”, según sostiene el texto que firma la Red de Derechos Humanos de Corrientes. "La gente del servicio siempre tortura a los internos", cierra Laura.