La cervecería Buller, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, fue multada luego que alrededor de 150 personas, el miércoles por la noche, se aglomeraran en la puerta del local, incumpliendo la normativa de aislamiento social por la pandemia de coronavirus. Además, el comercio estuvo muy cerca de ser clausurado, aunque "no se encontraron motivos para hacerlo".
Al ver la situación, un vecino del barrio registró a través de su celular, la cantidad de jóvenes que había en la zona comprendida entre la calle Junín hasta la puerta de la cerveceria. Inmediatamente, el material se hizo viral y la causa llegó al Dr. Ariel Lijo a cargo de la Fiscalía Federal N 4 que ordenó que se notificara a los encargados del local.
Asimismo, la misma noche, la policía se hizo presente en el lugar donde dispersó a la gente, y pidió que se aplicaran el barbijo, y respeten el distanciamiento social. Incluso, la Agencia Gubernamental de Control, también arribó a la cervecería dispuesto a clausurar el local, sin embargo "no encontraron motivos para hacerlo". En su defensa, el dueño argumentó que "no podía hacerse cargo de la responsabilidad social".
Desde el comienzo del aislamiento social y obligatorio, la cervecería se ajustó a las normas, y funcionó de miércoles a domingo desde las seis de la tarde a las doce de la noche, brindando servicios de Take Away y delivery
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