SALUD
Informe de la ONU

Desde 2017, la población argentina con inseguridad alimentaria severa aumentó 13%

Según el estudio de la FAO, el hambre sigue creciendo en toda Latinoamérica, una situación que se vio agravada por la pandemia. Datos argentinos preocupantes.

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personas en situación de calle en pandemia | AP

El 12,9% de la población argentina sufrió entre 2017 y 2019 inseguridad alimentaria severa, un porcentaje que era de 5,8% en el período comprendido entre 2014 y 2016, advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) en el Informe Estado de Seguridad Alimentaria y Nutrición en el mundo 2020 (SOFI por sus siglas en inglés), que se elabora con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

En un contexto en el que Sudamérica vio cómo la inseguridad alimentaria severa pasaba a afectar del 5,5 al 7,7% de su población, también en Argentina hubo un aumento de 7,1 puntos porcentuales del porcentaje de ciudadanía aquejada con este problema. La desnutrición se mantuvo en 3,8% entre 2017 y 2019 en una región en la que ese porcentaje bajó del 7,6 al 5,5% entre 2004-2006 y 2017-2019.

Pero la inseguridad alimentaria moderada también se vio incrementada en los últimos años en Argentina, al pasar de 19,2 a 35,8% entre el período 2014-2016 y 2017-2019. De este modo, subieron de 2,5 a 5,7 los millones de personas que sufren inseguridad alimentaria grave en Argentina. Además, 1,7 millones de personas en Argentina padecieron desnutrición durante el año pasado.

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El informe indica que se incrementó de 8,3 a 15,9 los millones de argentino que pasaron a tener inseguridad alimentaria moderada, y en tanto, el retraso en el crecimiento de niños menores de cinco años disminuyó de 8,2 a 7,9% entre 2012 y 2019, una situación que afecta a 300.000 menores.

El informe indica además que:

  • Se incrementó de 8,3 a 15,9 los millones de argentino que pasaron a tener inseguridad alimentaria moderada.
  • El retraso en el crecimiento de niños menores de cinco años disminuyó de 8,2 a 7,9% entre 2012 y 2019, una situación que afecta a 300.000 menores.
  • El sobrepeso en infantes menores de cinco años se incrementó de 9,9 a 10% en esos siete años, lo que impacta en 400.000 niños.
  • La obesidad en adultos mayores de 18 años, por otro lado, es un problema que en Argentina pasó de afectar a 26,3% de la población en 2012 a prevalecer en 28,3% cuatro años después, lo que aqueja a 8,6 millones de personas en un país con 45 millones de habitantes.
  • La anemia entre mujeres de edad fértil, entre los 15 y los 49 años, se incrementó a su vez de 15,9 a 18,6% entre 2012 y 2016, afectando por entonces a 2 millones de personas.
  • Pasó de 7,1 a 7,3% el porcentaje de bebés que nacieron por debajo de su peso entre 2012 y 2015.

El 12,9% de la población argentina sufrió entre 2017 y 2019 inseguridad alimentaria severa, un porcentaje que era de 5,8% en el período comprendido entre 2014 y 2016, advirtieron en un informe varias agencias bajo la órbita de Naciones Unidas.

Latinoamérica: panorama sombrío

El informe indica que casi uno de cada nueve seres humanos sufrió de desnutrición crónica en 2019, una proporción que debería agravarse a raíz de la pandemia de coronavirus. En ese sentido, indica que un 7,4% de las habitantes de América Latina sufrió desnutrición en 2019, lo que se traduce en casi 48 millones de personas, y para 2030 la cifra podría ascender hasta casi 10%.

El caso de América Latina y el Caribe es igualmente alarmante: el hambre afectó a 7,4% de sus habitantes en 2019, lo que se traduce en casi 48 millones de personas desnutridas. "La región vio un aumento en el hambre en los últimos años, con un incremento de 9 millones de personas desnutridas entre 2015 y 2019", advierte el informe, titulado "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo".

En términos porcentuales, el hambre afecta actualmente al 7,4% de la población, y se espera que aumente al 9,5% al 2030. En América del Sur, el hambre aumentará a 7,7%, lo que equivale a casi 36 millones de personas.

 

Las cifras de hambre en el año 2019 son escalofriantes, como también lo es el pronóstico para el año 2030. Con el impacto de la pandemia de la COVID-19 la realidad será peor que la que proyectamos en este estudio", expresó el representante regional de FAO, Julio Berdegué. "Necesitamos una respuesta extraordinaria de los gobiernos, del sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales", clamó e instó a los países y a todos los sectores a tomar medidas a gran escala para enfrentar el alza del hambre, la inseguridad alimentaria, la pobreza y la malnutrición.

Las proyecciones indican que el hambre -estimada por el número de personas que no consume las calorías suficientes para llevar una vida activa y saludable- afectará a casi 67 millones de personas en 2030, es decir, cerca de 20 millones más que en 2019. Esta estimación, sin embargo, no considera el impacto del coronavirus, por lo que el hambre será aún más acuciante cuando se contabilicen los efectos de la pandemia sobre la seguridad alimentaria.

"Estamos peor ahora que cuando la región se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015. Desde entonces, 9 millones de personas más viven con hambre", apuntó Berdegué.

DS