El COVID-19 se propagará rápidamente en las próximas semanas y meses, y dos tercios de la población contraerá el virus. Según Christian Drosten, el principal virólogo del hospital Charité de Berlín, es poco probable que esto vaya a cambiar cuando la temperatura aumente y la clásica temporada de gripe o resfriados finalice. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la infección se manifestará de forma leve. Estas personas ya habrán formado los anticuerpos contra el nuevo coronavirus en otoño, cuando llegue la siguiente ola de resfriados.
¿Por qué las personas mayores sufren mayores riesgos?
Las personas de edad avanzada son las que corren mayor peligro. La tasa de mortalidad aumenta exponencialmente a partir de los 65 años, aproximadamente. En China, por ejemplo, la tasa de mortalidad de las personas infectadas que tienen hasta 40 años es del 0,2%, pero entre los que tienen 70 y 79 años, se incrementa a un 8%, mientras que a partir de los 80 años, la cifra aumenta a un 14,8%.
Por consiguiente, en las próximos meses, las personas mayores deben recibir protección especial, especialmente si sufren de enfermedades previas. Es decir, que este grupo de riesgo debería evitar las multitudes, los conciertos o las reuniones familiares. Definitivamente, los abuelos no deben dedicarse al cuidado de los nietos en cuarentena, o en situaciones excepcionales similares. En su lugar, los adultos mayores deben ser asistidos por familiares en las compras, para evitar visitas innecesarias al supermercado.
¿Qué enfermedades previas aumentan los riesgos?
Casi todos los fallecidos por la infección del coronavirus tenían previamente otra enfermedad. Según un análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los casos registrados en China, las personas mayores con enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer, corren mayor riesgo.
¿Por qué los hombres son más afectados que las mujeres?
Según la OMS, los hombres mueren a causa del COVID-19 con mayor frecuencia que las mujeres. En China, a mediados de febrero, la tasa de mortalidad masculina fue de un 2,8%, mientras que la cifra para las mujeres fue de un 1,7%. En 2003, en el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS, por sus siglas en inglés) de Hong Kong ya hubo registro similar. Incluso una gripe normal suele afectar más a los hombres que a las mujeres.
En comparación, el sistema inmunológico femenino es más resistente que el de los hombres. El estrógeno, una hormona sexual femenina, es el principal responsable de esto, ya que estimula el sistema inmunológico y, por lo tanto, combate los patógenos rápida y efectivamente. Por otro lado, la testosterona masculina inhibe el sistema inmunológico.
En entrevista con Deutsche Welle, el virólogo molecular Thomas Pietschmann, explicó que también hay "razones genéticas”. Él dijo que "algunos genes de relevancia inmunológica, por ejemplo, los genes responsables de reconocer los patógenos, están codificados por el cromosoma X". Debido a que las mujeres tienen dos cromosomas X, y los hombres solo uno, las mujeres tienen una ventaja frente al virus.
Sin embargo, aparte de la disposición genética, el estilo de vida también es decisivo. Los hombres suelen llevar una vida menos saludable que las mujeres. En China, por ejemplo, alrededor del 52% de los hombres fuman, mientras que menos del 3% de las mujeres lo hacen. Un pulmón debilitado por el tabaquismo es más susceptible a las infecciones respiratorias.
¿Por qué los chicos corren menos riesgos?
Sorprendentemente, los chicos resultan ser los más resistentes de la sociedad frente al coronavirus. De hecho, hasta ahora, no hay niños entre las víctimas fatales. Evidentemente hay niños que también están infectados con el virus, pero no se enferman, o solo muestran síntomas leves. Las razones aún no están claras del todo. Los médicos suponen que los niños pequeños poseen un "sistema no específico" innato.
Como protección contra los patógenos, y a través de la leche materna, la madre le entrega al feto y, posteriormente, al recién nacido, su propia protección inmunológica específica. Esta defensa inmunológica innata incluye, por ejemplo, los fagocitos y las células asesinas naturales, que son glóbulos blancos que atacan a todos los patógenos que entran en el cuerpo a través de las membranas mucosas o la piel.
Esta "inmunización pasiva" suele durar hasta que los niños construyeron su propio sistema de defensa. Los niños desarrollan su defensa inmunológica específica hasta los 10 años aproximadamente. E incluso después de eso, su sistema de defensa sigue siendo capaz de aprender durante toda su vida cuando aparecen nuevos patógenos.
DW / DS