El gobierno de Venezuela decidió suspender los vuelos desde Europa y Colombia para frenar la pandemia que amenaza con colapsar su agonizante sistema de salud. Las autoridades realizaron “decenas” de pruebas del nuevo coronavirus, todas las cuales fueron negativas, según dijo el presidente Nicolás Maduro, mientras el país enfrenta apagones y una inoportuna huelga de médicos.
El Gobierno también prohibirá los eventos masivos y tal vez cierre cruces terrestres con Colombia y Brasil. Maduro también pidió al gobierno de Estados Unidos levantar las sanciones, lo que, según él, aumenta el costo de compra de suministros médicos para combatir el virus. “A esta hora, este momento, habiendo hecho decenas de pruebas de casos sospechosos, no ha llegado (el virus) a Venezuela, pero tenemos que prepararnos con serenidad, con seguridad, y con la cooperación y la solidaridad más grande que podamos ejercer venezolanos y venezolanas”, dijo Maduro, hablando desde el palacio presidencial en Caracas.
El personal médico está alarmado porque el país no está preparado para la crisis de salud que podría estar a punto de impactarlo. Mientras médicos en Estados Unidos se quejan de la falta de pruebas de virus, algunos hospitales venezolanos ni siquiera tienen jabón. El virus se está propagando rápidamente en las vecinas Colombia y Brasil, pero en Venezuela aún no se ha confirmado ningún caso. Esto puede deberse a que las autoridades están mal equipadas para realizar pruebas, o porque el aislamiento del país ha retrasado la llegada de la enfermedad, ya que solo un puñado de aerolíneas todavía vuela a Venezuela.
Protesta hospitalaria
Médicos y pacientes se congregaron el jueves frente al hospital infantil más grande de Venezuela para protestar contra el colapsado sistema de salud de la nación que, según dicen, los deja particularmente vulnerables ante la pandemia del coronavirus. Manifestantes vestidos con batas de laboratorio se ubicaron frente al hospital J.M. de Los Ríos en Caracas, donde cardiólogos y especialistas en oncología tratan a niños enfermos de todo el país.
“¿Dónde están la órdenes del Ministerio de Salud? ¿Dónde está el protocolo a seguir o la fecha de llegada de nuevos insumos?”, dijo la doctora Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela. “Si asumimos que llegarán los suministros, aun así muchos de nosotros, desde doctores hasta técnicos, e incluso administradores, han migrado por la crisis que vive el país”.
El sistema de salud de Venezuela está clasificado entre los peores del mundo en su capacidad para detectar, responder rápidamente y mitigar una pandemia, según el Índice de Seguridad Sanitaria Global. Los hospitales operan con escasez de casi todo, y los pacientes a menudo son rechazados debido al hacinamiento o se les pide que traigan su propia gasa, solución intravenosa o jeringas.
“No hay protectores oculares. No tenemos guantes, ni tapabocas. No tenemos jabón, algo tan elemental”, dijo el Dr. José Soto, especialista de J.M. de los Ríos. “Mi servicio solo puede recibir cinco pacientes cuando hace seis años estaba en capacidad de recibir 25”. La emigración masiva ha creado escasez crónica de personal, y muchos médicos venezolanos ahora contratan ambulancias en Colombia. Maduro dijo que el sistema de salud está “bajo emergencia”, sin dar más detalles.
Apagones
El país ya está luchando por tratar brotes de sarampión, difteria y malaria, según el Dr. Julio Castro, profesor de medicina tropical en la Universidad Central de Venezuela. Según la más reciente Encuesta Nacional de Hospitales, los apagones eléctricos significaron que los hospitales pasaron un promedio de 342 horas al mes sin electricidad el año pasado. Ocho de cada diez hospitales informaron interrupciones en el suministro de agua cada semana, según la encuesta, que abarcó 40 hospitales principales en 23 estados de todo el país.
Maduro elogió a China por su respuesta al virus a principios de esta semana y sugirió a los venezolanos que reemplazaran su habitual saludo de beso en la mejilla con toques de codo. La hija de dos años y medio de Ángel Zavaleta es paciente del hospital infantil debido a una afección neurológica que aún no ha sido diagnosticada. Tan solo el costo de la comida durante sus viajes a Caracas, que queda a 248 kilómetros de distancia del estado donde reside Zulia, es más de lo que gana como vendedor, dijo.
“Vengo del estado Zulia. No puedo pagar consulta privada”, dijo Zavaleta, sosteniendo a su hija Emma en sus brazos. “Salgo de mi pueblo buscando un apoyo a la capital, creyendo que lo puedo conseguir y es lamentable conseguirnos con esta situación”.
DS
