El nuevo gobierno de Uruguay abandonó la Unasur e ingresó en el TIAR
El canciller del presidente Luis Lacalle Pou dijo que el bloque fundado en 2008 "es un organismo basado en una alineación político-ideológica" que perdió vigencia.
Luis Lacalle Pou asumió como presidente de Uruguay el 1 de marzo de 2020. |
AFP
El ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Ernesto Talvi, anunció que Uruguay decidió retirarse de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y reingresar en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para ejercer presión ante el gobierno de Venezuela. La Unasur, explicó el funcionario, “es un organismo regional, basado en una alineación político-ideológica y que, de hecho, ha dejado de funcionar: ya no tiene una sede y le falta un secretaría general operativa”.
El nuevo Gobierno uruguayo dijo que decidió retirarse de la UNASUR -bloque nacido en 2008 por Cristina Kirchner, de Argentina, Lula Da Silva, de Brasil, Hugo Chávez, de Venezuela, Evo Morales, de Bolivia, Rafael Correa, de Ecuador, José Mujica, de Uruguay, y Fernando Lugo, de Paraguay- indicando que "ya ha sido abandonado por la mayoría de los países de la región a excepción de Guyana, Surinam y Venezuela", según señala un comunicado de Relaciones Exteriores.
Posteriormente, Talvi indicó en una rueda de prensa que la decisión "va contra los objetivos del país de vincularse a organizaciones regionales que tengan una base institucional y no estén basadas meramente en afinidades ideológicas".
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La decisión tomada por Uruguay fue comunicada mediante una nota dirigida al canciller de Ecuador, José Valencia, país depositario del Tratado de la UNASUR. Por otra parte, el comunicado subraya que la nación sudamericana también decidió interrumpir el procedimiento de retirada del TIAR -iniciado en septiembre de 2019- mediante una carta enviada al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.
Nacido en 1947, en el preludio de la Guerra Fría, el Tratado de Río, o TIAR, constituye un pacto de defensa mutua al que adhirieron 23 países a nivel interamericano, si bien algunos de ellos lo abandonaron tras denunciarlo. Venezuela, por caso, se retiró en 2012 durante el gobierno de Hugo Chávez, pero la Asamblea Nacional, bajo el mando de Guaidó, votó la solicitud de reincorporación que se concretó en agosto pasado.
Uruguay salió el 24 de septiembre de 2019 por decisión del entonces presidente Tabaré Vázquez (Frente Amplio), por oposición a su activación contra el gobierno del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
El artículo 3.1 de tal Tratado prevé que un eventual ataque armado de un país contra una Nación americana debe ser considerado como un ataque a todos los países miembros del TIAR. El artículo 6, al que refiere la carta que presentaron once países –entre ellos la Argentina– a fin de solicitar la sesión de hoy, también alude a “cualquier situación que pueda poner en peligro la paz de América” más allá de la violación a la integridad territorial, soberanía o independencia política” del país.
El gobierno de Luis Lacalle Pou, que asumió el poder el 1 de marzo tras 15 años de gobiernos del Frente Amplio, entiende que el retiro del TIAR "debilitaba el sistema interamericano y privaba" a Uruguay "de hacer sentir su voz en ese ámbito de asistencia recíproca en materia de defensa colectiva y de seguridad hemisférica". Talvi manifestó en su comparecencia que Montevideo pretende "fortalecer a la OEA como la quintaesencia del multilateralismo regional y el lugar donde primariamente deben dilucidarse" los problemas y los desafíos de la región.
