El sociólogo y titular del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, dialogó con Jorge Fontevecchia por Radio Perfil, sobre la caída en la pobreza de una parte de sociedad, analizó los motivos y cómo se podía empezar a solucionar.
F: Hoy una familia como la de Mafalda, ¿sería pobre? ¿Y la trama de aquella trama sería la de la pobreza?
S: Sí, es una alta probabilidad. En aquel momento de la Argentina de los años 60, tomando en cuenta los criterios económicos actuales, la pobreza era del 6 o 7 por ciento. Pensemos que eramos 20 millones, había un proceso de movilidad social ascendente, y la clase media estaba consolidada. Cuando uno veía la tira de Mafalda podían aparecer eventualmente algunas situaciones de pobreza pero como un proceso que estaba en ascenso social; mientras que hoy la pobreza es del 40%, siendo 45 millones de habitantes, es decir, que más de 16 millones de personas viven en situación de pobreza, y este cambio significa un descenso de la clase media generacional.
La clase media que se reflejaba en Mafalda se vio fuertemente deteriorada, no solo en sus ingresos. Si lo pensamos hoy en día, el padre de Mafalda se habría jubilado con la mínima, y si ella logró terminar el secundario y, eventualmente, tener alguna salida laboral como docente, estaría viviendo todavía en la misma casa de los padres, sin poder ahorrar, y tanto el sistema educativo como el de salud para sus hijos y nietos no sería el mismo. El prototipo de clase media que teníamos es el que se empobreció y es vulnerable en cada crisis. En los noventa se generaron ciertas oportunidades para la clase media y nuevas generaciones de clase media capaces de producir un mayor ascenso social, pero con cada crisis se fue abriendo la brecha.
F: Podríamos decir que Argentina, en los últimos 20 años, después de algunas oportunidades que se generaron para la clase media, que fue el último momento en que un porcentaje de la clase media pudo tener movilidad social ascendente, hizo el camino inverso del Brasil de Lula, que sacó a 40 millones de personas de la pobreza y los convirtió en clase media baja.
S: Exactamente, de manera un poco más estructural porque construyó esa clase media que no tenía. Otro proceso ascendente fue sin dudas el de los primeros años del siglo 21. La recuperación económica posterior a la crisis económica del 2001 y 2002 implicó también en parte recuperar lo que se había perdido y darle oportunidades ya no a los sectores profesionales que habían ascendido en los 90, sino algunos sectores técnicos obreros calificados en el contexto de la recuperación industrial, de los servicios y los comercios, que fueron los mismos sectores que terminaron cayendo en la crisis con el estancamiento de esta segunda década, y en vez de fortalecer al sector de clase media lo que estamos viendo es proceso de fragmentación y de polarización.
F: Una parte de la clase media se salva y la gran mayoría se empobrece, sería así. Ahora, vos marcás algunos momentos de mejoras en una parte de los noventa y en los comienzos de Néstor Kirchner, ¿tiene que ver eso con la no existencia de la inflación?
S: Si nuestra sociedad hubiese tenido otro modelo de crecimiento y desarrollo en los 70, estaríamos planteando un escenario distinto. Pero hoy en día lo que está ocurriendo es que solo vamos a poder bajar los niveles de pobreza y fortalecer a la clase media en tanto haya crecimiento, aunque sea no tan acelerado, y con baja inflación, porque eso produce una reducción de la pobreza importante, de aproximadamente 10 o 15 puntos. Si logramos mantener un crecimiento del 2% anual, nos encontraríamos con que tenemos un núcleo duro de pobreza del 20 o 25 por ciento, que requiere de mayor inversión educativa, capital humano y social, eventualmente programas sociales de asistencia y de una mayor para sus hijos para poder insertarse de una manera más productiva al proceso de desarrollo cultural y social global.
F: Del total de la pobreza, una parte, tan significativa como la otra, es coyuntural y se va a recuperar en la medida que se recupere la economía, y otra es estructural y requiere otro tipo de remedios
S: Sí, lo que ocurre es que lo coyuntural se convirtió en crónico, entonces cuando estamos hablando de un 10 o 15 por ciento de la población que cayó en la pobreza, viene de esa situación en los últimos 15 años, había caído en la segunda parte de los noventa o a principios de los dos mil, sus padres cayeron en la pobreza a fines de los ochenta o en los primeros años posteriores a la dictadura o durante también. Y todo ese porcentaje que se fue acumulando de nuevos pobres, que vienen de las clases medias, necesitan un período de estabilidad para recuperarse, porque es una clase media muy emprendedora que busca o crea trabajo, se la rebusca de cualquier manera, y es para aprovechar ese capital.
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F: Vos estás planteando algo más del orden de la voluntad, que también hay una actitud en resignarse o en aspirar a esa movilidad ascendente, que un porcentaje de la sociedad tiene y ese es el verdadero capital, y hay otro que lo perdió directamente
S: Ese el proceso que vivió Argentina producto de estos años de decadencia, pero no es que un porcentaje no aspira a crecer, lo que ocurre es que no tiene los capitales para avanzar más allá. Es un horizonte muy imaginario, donde el esquema de oportunidades está empobrecido y, por lo tanto, se trata de supervivencia.