La Justicia de Rufino está segura de que el novio de Chiara Páez no actuó solo y que su madre y el padrastro colaboraron con el fatal desenlace. También sospechan que todo fue fríamente calculado. Ayer se allanó una vivienda del círculo familiar y se secuestraron elementos vinculados a la religión umbanda que se cree que eran utilizados para realizar “macumbas”. Según los investigadores, son elementos que permiten trazar el perfil de la familia que se encuentra en el ojo de la tormenta. Por su parte, el abuelo del detenido confirmó que el pozo donde fue enterrada la chica había sido cavado por su nieto días antes del crimen.
“Tenemos testimonios que hablan de que la madre del menor practicaba religiones oscuras. En la propiedad de la madre del padrastro se secuestraron polvos en frascos, yuyos y otros elementos que la propietaria reconoció que eran utilizados para prácticas de su culto. Ahora serán analizados”, explicó a PERFIL una fuente judicial. Además se secuestraron cinco teléfonos celulares de la casa del imputado y se están analizando las llamadas entrantes y salientes, y mensajes de Whatsapp.
A pesar de que el novio de Chiara, Manuel (16), confesó ante la Justicia que él fue quien asesinó a la joven e intentó desvincular a su familia diciendo que “todo lo hice solo”, el fiscal de la causa, Mauricio Clavero, no le cree.
El funcionario sospecha que tanto la madre del chico, identificada como Carolina Gallegos (34), como su pareja, Carlos Cerrato (43), cumplieron un rol importante para terminar con la vida de Chiara el domingo pasado propinándole golpes y luego enterrándola en un pozo que se hizo en el fondo de su casa.
Ayer el fiscal ordenó un allanamiento en la casa de la madre de Cerrato. Allí se secuestraron elementos vinculados a la religión umbanda que son utilizados para realizar macumbas, informó el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe.
“Pudimos recolectar testimonios claves que nos dan a entender y descifrar lo que pudo haber ocurrido para llevar adelante este crimen. Para nosotros es fundamental apuntar al móvil porque nos va a permitir demostrar que el joven no actuó solo y que participaron estas otras dos personas que están detenidas (madre y padrastro)”, explicó a PERFIL Clavero. “Las inconsistencias en el relato del joven nos hacen presumir que no pudo haber actuado solo y hay testimonios que hablan de ciertos ruidos y palabras que se escucharon en el momento del crimen que hacen referencia a un intento de aborto”, destacó.
El caso. Chiara fue asesinada el domingo pasado en la casa de su novio. La joven estaba embarazada de ocho semanas y al parecer esta situación disgustaba al menor. “En la reconstrucción el chico dijo que atacó a Chiara cuando ella le planteó que tenía que ponerse a trabajar para mantener al bebé. Un argumento incomprensible”, relató la abogada querellante Natalia Ferrero a PERFIL.
“El chico dijo que la mató solo en un taller que hay en el fondo de la casa y que de allí la trasladó arrastrándola de los tobillos hasta el pozo”, describió.
“La premeditación en este crimen es una hipótesis que manejamos en este caso”, reconoció Clavero y agregó: “El abuelo del menor contó que el pozo donde fue enterrada Chiara lo había cavado su nieto unos días antes del crimen supuestamente como una práctica porque hace crossfit”, destacó Clavero.
Lo que sorprendió a quienes participaron de la reconstrucción en la casa en donde fue asesinada y enterrada Chiara es la frialdad del joven para relatar los hechos. “El menor se mostró como un psicópata y relató con tranquilidad todo lo que supuestamente hizo. Hablaba de este horror como si lo hubiese hecho otra persona o como si estuviese relatando una película”, describió un investigador del caso.
Ahora Manuel, su madre y su padrastro esperan que el lunes la jueza confirme el lunes si respalda la acusación del fiscal y les dicta la prisión preventiva solicitada por el funcionario.
