Pippo, uno de los restaurantes más emblemáticos del centro porteño, cerró sus puertas. Ubicado en Montevideo 341, se hizo famoso por sus vermicellis al tuco y pesto.
El cierre, que afecta a 25 empleados, fue comunicado por sus dueños que no pueden sostener el tradicional lugar luego de meses de cuarentena. El sistema de delivery y take away que venían implementando como tantos otros de su rubro no fue suficiente para mantenerlo en pie. PERFIL había informado que un 75% de los establecimientos del país alertaron que estaban al borde de la quiebra.
Más de 230 bares iniciaron sus trámites para habilitar las veredas
Un clásico porteño con manteles de papel, jarras de vino de la casa y ningún tipo de lujo más que sus abundantes platos. Si bien la pasta era lo más tradicional y pedido, las milanesas napolitana y a caballo con papas fritas, bifes con puré y otros clásicos porteños eran un hit entre los comensales.
Pippo, lugar de artistas
Artistas, músicos, grupos de amigos, familia. No había mucho que pensar si se frecuentaba algún cine o teatro de la calle Corrientes o el Paseo La Plaza. Fundado en 1937, en 2015 presentó la quiebra pero sus puertas permanecieron abiertas hasta ahora.
Su cuenta de Facebook recuerda: "Durante mucho tiempo, nuestras mesas fueron testigo de las charlas de media noche de importantes figuras del teatro, deporte, política y más. tales como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Tato Bores, Horacio Acavallo, Ringo Bonavena, El Mono Gatica, El loco Gati, Palito Ortega, y tantos otros. (...) Hoy son otras caras las que comparten papel y pasta por medio, secretos que nuestras paredes guardan sentidamente. Desde Raúl Portal, Gastón "Gato" Gaudio, Andy Kusnetzoff, Marcelo Tinelli, y tantos anónimos que nos siguen eligiendo después de más de medio siglo". La decisión de cerrarlo no se ve plasmada en sus redes.