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Cómo encontrar a tu "alma gemela" al donar sangre

Para ser seleccionado como donante es necesario ser totalmente compatible genéticamente con el paciente, algo que sólo ocurre con 1 persona cada 40 mil.

La donación de sangre salva vidas.
La donación de sangre salva vidas. | Pixabay

Imaginate recibir un llamado donde te informan que sos el único, o uno de los pocos, entre una base de más de 30 millones de personas, que puede salvar a un niño o niña de su grave enfermedad. Aunque parezca algo descabellado e irreal, es posible. Todo comienza al ir a donar sangre e inscribirse además como donante (potencial y eventual) de médula ósea.

¿Pero cuántos de nosotros entendemos realmente qué es la médula ósea y que el trasplante se realiza sólo mediante una transfusión de sangre? Una trivia, breve y anónima, fue lanzada hace unos días con el fin de autoevaluarnos y al mismo tiempo informarnos sobre este tema tan importante y sensible.

Cada 30 minutos una persona es diagnosticada en Argentina con algún tipo de cáncer en la sangre como la leucemia u otros enfermedades hematológicas como la inmunodeficiencia o del metabolismo. Cientos de búsquedas nuevas de donante de células de la médula ósea se inician cada año en nuestro país pero sólo algunos pacientes logran encontrar el suyo y, principalmente, en el tiempo que lo necesitan.

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Para ser seleccionado como donante y recibir ese llamado uno tendría que ser (virtualmente) 100% compatible genéticamente con el paciente, lo cual sólo ocurre con 1 persona en 40.000.

Se podría decir que, práctica y metafóricamente, se habría encontrado al “alma gemela”, alguien tal vez distante geográficamente y a la que el donante podría salvarle la vida mediante un procedimiento sencillo y prácticamente sin riesgos. Esa sincronía ocurre gracias al Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras (o CPH). Dicho registro funciona dentro del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) y forma parte de la red mundial de donantes que agrupa los registros de más de 40 países.

Frente a la necesidad (siempre imperiosa) de trasplante de médula ósea, la primera opción será buscar un donante emparentado, comúnmente un hermano. Sin embargo, sólo 1 de cada 4 personas encuentran a su donante dentro de su familia. Los que no corren esa suerte deben recurrir al INCUCAI y hacer la búsqueda de donante no emparentado en el banco mundial de médula ósea.

Nuestro país tiene aún un porcentaje muy bajo de la población inscriptos como donantes (0,5%), muy lejos del 20% que tiene Chipre, el 10% de Alemania o incluso el 2,4% de Brasil.

Para empezar un cambio, entendiendo que hoy ayudamos y mañana nos ayudarán a nosotros mismos o a un ser querido, nuestro país necesita más voluntarios que se acerquen, donen sangre y se inscriban como donantes de médula. ¡Mañana es un gran día para hacerlo!

Para inscribirse como donante se debe gozar de buena salud, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kg. Todos los centros de donantes habilitados de TODO el país se pueden consultar acá.

(*) Padre de niño trasplantado en 2015 con donante del exterior, realizando tesis sobre percepción de la sociedad argentina en donación de médula ósea y creador de la trivia.