El dato es impactante: los científicos estiman que si no se dejan de arrojar desechos plásticos en los océanos, en 2050 habrá más plástico que peces. Por cada minuto que transcurre se compran 1 millón de botellas en todo el mundo y equivalen a 20.000 por segundo. La mitad de ellas termina en el océano. Al año, se estima que más de 8 millones de toneladas de residuos plásticos entran allí. ¿Qué hacer frente a semejante escenario y cómo revertirlo? Muchas empresas comenzaron a incorporar a sus objetivos una responsabilidad y compromiso ambiental y concientizar a sus clientes de los beneficios de la sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.
¿Cómo lo logró? La compañía decidió trabajar en sobre tres pilares: el diseño de sus envases, su recolección post consumo y el trabajo conjunto con autoridades, ONG´s y diversas comunidades. Un dato: en Argentina, todos los envases que comercializan son 100% reciclables.
Números verdes
Coca-Cola tiene tres líneas de acción sobre las que construyó su impronta sustentable: el diseño, la recolección y el trabajo en conjunto con diversos actores. En primer lugar, todas las botellas de plástico son 100% reciclables. Luego, el 56% de los empaques ya es reutilizado o reciclado a nivel global. La compañía para el 2030 proyecta que este número ascienda al 100%. El trabajo colaborativo con ONG´s, autoridades gubernamentales y miembros de la industria es clave: según números de la empresa, a nivel mundial la inversión en esta problemática llegó a los u$s 15.000.000.
El diseño de los envases es clave. Además de la innovación empleada para lograr que sean más modernos, con mayor duración y con una reducción de la cantidad de plástico empleado, se reciclan cada vez más envases de Coca-Cola. Pueden volver a ser reutilizados o tener otros usos: desde camisetas y alfombras hasta muebles. Sin embargo, no es la única acción que lleva a cabo.
Para Mariale Álvarez, Directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Coca-Cola Argentina, el desarrollo sustentable a nivel corporativo a nivel local es clave. "Nos llevó en el camino de tener que repensar los mismo productos que vendemos en nuestro portafolio, reconocer que nuestros negocios solo pueden prosperar en comunidades que prosperan: las problemáticas aún muy locales, de comunidades chiquitas, son importante en políticas de sustentabilidad en empresas como la nuestra", explicó en el evento Ciudades del Futuro 3, realizado en la Editorial Perfil.
En ese sentido, añadió que para Coca-Cola “La sustentabilidad consiste en pensar a largo plazo. Si uno pone la mirada, no en el mañana, sino de pensar en los próximos diez, cincuenta, cien años y qué necesita el negocio para ser viable y aceptable para tus clientes, ahí es más fácil entender los ejes para trabajar”.
Disminuir, reutilizar y reciclar el agua
Actualmente existen más de 663 millones de personas sin acceso al agua potable cerca de sus hogares. El problema es alarmante. Según la ONU, el 40 % de la población mundial está afectada por la escasez de agua y que, al menos, setecientos millones de personas corren el riesgo de verse desplazadas de aquí al 2030 debido a la falta de este recurso vital. Ante un problema de semejante magnitud, Coca-Cola también tiene una política importante para cuidar este recurso.
La compañía, a través del programa Agua por Futuro, se propone como objetivo la realimentación del 100% del agua que utilizan para fabricar sus productos a nivel global para 2020 y mejorar en un 25% la eficiencia en el uso del agua en las operaciones de fabricación.
La estrategia de Coca-Cola se basa en reutilizar las aguas residuales o tratarlas de forma segura antes de devolverlas al medio ambiente. Para ello tienen dos pasos importantes: minimizar la cantidad de agua que utilizan y reutilizar aguas residuales para la limpieza de pisos, camiones e incluso regar el césped de sus instalaciones.
En la Argentina, la compañía de bebidas trabaja junto a la Fundación Avina y la Fundación Humedales. En la acción conjunta se proponen revertir la desertificación de los humedales del norte de Mendoza, clave para el ecosistema y la actividad económico-ganadera de sus habitantes.
A su vez, junto a la Fundación Hábitat y Desarrollo, trabajaron en 14 escuelas rurales de las localidades bonaerenses de Navarro y San Miguel del Monte, y de la entrerriana Colón, donde se instalaron filtros purificadores de agua. Esta acción se enmarca en el proyecto Agua en Escuelas, destinada a que los chicos beban agua segura.
