Uno de los desafíos que enfrentan los amantes de las plantas es mantenerlas en buen estado en el jardín y evitar que sus hojas se tornen amarillas con el paso del tiempo. Existen algunos ingredientes que permiten devolverles el verdor y la vitalidad mediante remedios caseros fáciles de preparar.
El amarilleo de las hojas puede deberse a varios factores, aunque muchas veces no es perceptible a simple vista. En ocasiones, forma parte de un proceso natural: algunas plantas pierden hojas viejas para dar paso a nuevas. Aunque en otros casos puede estar relacionado con problemas de riego, la calidad del sustrato, la iluminación o incluso el entorno donde se encuentra la planta.
Por lo tanto, prestar atención a los cambios que se producen en las hojas es clave para actuar a tiempo y evitar daños mayores.
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El truco casero para evitar que las plantas se vuelvan amarillas
Para prevenir el amarilleo de las hojas, se pueden usar ingredientes sencillos como cáscaras de plátano u ortigas. Estos elementos ayudan a restaurar el verdor de las hojas. Para aplicarlos, seguí este procedimiento:
Infusión de cáscara de plátano
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Cortá la cáscara de un plátano en tiras y dejala fermentar en 1 litro de agua durante 48 horas.
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Colá el líquido y regá la planta con esta preparación, combinada en partes iguales con agua limpia, cada dos semanas.
Esta mezcla aporta potasio y calcio a la planta, fundamentales para la formación de clorofila y el fortalecimiento de las paredes celulares.

Té de hojas de ortiga
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Ablandá un puñado de hojas de ortiga en 1 litro de agua durante 24 horas.
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Filtrá y utilizá el líquido para regar, diluido al 30 % con agua.
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Repetí el mismo procedimiento cada 15 días para notar resultados visibles.
Con el té de ortiga vas a favorecer el desarrollo vegetativo y combatir las deficiencias de nitrógeno y hierro.
MC/LT