SOCIEDAD
una iniciativa que Busca proteger la historia urbana

‘Guardiana’ del patrimonio histórico de la Ciudad: la lucha de una arquitecta que denuncia demoliciones

Natalia Karbabian está al frente de “Ilustro para no olvidar”, una iniciativa que busca poner sobre la mesa de discusión la demolición “casi indiscriminada” de inmuebles y petit hoteles construidos antes de 1941. Realiza una especie de memorabilia de la casa demolida, en la cual muestra los detalles más mínimos que tenía el inmueble afectado y cómo se encuentra ahora. En CABA hay cerca de 150 mil edificaciones previas a ese año, de las cuales 16 mil tienen algún valor de patrimonio histórico, pero solo 3 mil cuentan con protección patrimonial.

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Registros. La Escuela Taller del Casco Histórico (arriba), uno de los trabajos más significativos de Karbabian. Abajo: Córdoba y Serrano, un local histórico demolido. | gza @ilustroparanoolvidar

“Me considero una guardiana del patrimonio histórico urbano de la Ciudad de Buenos Aires”, dice Natalia Karbabian, la arquitecta porteña que está al frente de ‘Ilustro para no olvidar’, una iniciativa que busca poner sobre la mesa de discusión uno de los temas más álgidos en materia de desarrollo urbano actual: la demolición “casi indiscriminada” de casas, casonas y petit hoteles construidos en CABA antes de 1941. En esos terrenos, ahora, se erigen imponentes torres con amenities o edificios de oficinas, tal como ocurre en la zona de Parque Patricios, a partir de la creación del Distrito Tecnológico.

En la Ciudad no se pueden demoler edificios anteriores a 1941, pero esa protección depende, por lo general, de un amparo judicial que exige que el caso sea estudiado antes de demolerse.

Actualmente figuran cerca de 150 mil edificaciones previas a ese año, de las cuales 16 mil tienen algún valor de patrimonio histórico y solo 3 mil cuentan con protección patrimonial.

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En @ilustroparanoolvidar, Karbabian realiza una especie de memorabilia de la casa demolida, en la cual muestra hasta los detalles más mínimos que tenía el inmueble afectado y cómo se encuentra ahora, ya sea con el anuncio de la demolición, cartelería del futuro proyecto o, directamente, el terreno perimetrado con el vallado de obra. 

Entre los barrios con más demoliciones figuran Colegiales, Belgrano y Boedo.

Respecto de la metodología que utiliza la arquitecta a la hora de encarar los dibujos, ella cuenta: “En el caso de que aún se encuentre en pie, voy y la dibujo directamente. Si está tapiada, la busco en Google Maps, Street View, y si ya fue demolida, en registros y reseñas de revistas de arquitectura”.

Hasta el momento lleva dibujadas 76 casas demolidas que fueron suavemente coloreadas de manera digital. Al pie de cada una de ellas escribe la dirección, el barrio y el año de la demolición.

Entre los barrios más afectados aparecen Villa Devoto, Colegiales, Belgrano, Palermo, Chacarita, Boedo, Barracas y Flores, por citar algunos. “En el caso de Colegiales y Villa Ortúzar, están a punto de perder la esencia de barrio bajo. Boedo también está muy afectado con el tema demoliciones. Palermo está detonado”, asegura Karbabian en una charla con PERFIL.

“La demolición de construcciones antiguas me sobrepasa. Este tipo de arquitectura es una especie de ‘piel’ que se generó y conservó durante mucho tiempo que define la identidad y la memoria urbana de la Ciudad. Hoy veo borrar parte de esa memoria de una manera feroz, veloz y no planificada, que va en detrimento directo en la calidad de vida de la Ciudad. Así, y con las nuevas construcciones, la Ciudad sigue ganando grados de calentamiento y se acentúa, por ejemplo, la falta o el colapso de los servicios de infraestructura urbana. Ante esta situación irreversible, para mí muy absurda, empecé a manifestarme de esta manera. Más que nada comencé con este proyecto por el aprecio a la arquitectura patrimonial”, puntualizó.

El edificio que quiere demoler García Moritán también lo había querido tirar abajo Carlos Menem

La idea de “Ilustro para no olvidar” le empezó a dar vueltas en la cabeza hace un par de años en su propio barrio, Belgrano. En el cruce de Olazábal y Vidal, una de las esquinas más emblemáticas de la zona, vio que se habían demolido las cuatro construcciones que allí se encontraban. “No podía dar crédito a lo que veía. Me pareció ilógico que se tirara abajo esa arquitectura patrimonial, no me entraba en la cabeza y me puse a dibujar. Mi objetivo fue honrar y no olvidar ese tipo de construcciones patrimoniales”, señaló la arquitecta porteña.

Álvaro García Resta, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano porteño, aseguró que la confusión de las personas y organizaciones patrimonialistas radica en que “creen que todo lo construido antes de 1941 y se encuentra catalogado preventivamente tiene valor patrimonial y eso no es correcto. No solo por el hecho de ser anterior a 1941 una propiedad es protegible. Cuando un inmueble está en este catálogo, el propietario, vecino o desarrollador debe pedir al Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP) la afectación o desafectación de ese inmueble al patrimonio y decide sobre este”, explicó García Resta.

En este sentido, el Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales (CAAP) es el órgano de consulta en materia de protección y patrimonio de inmuebles y está conformado por trece instituciones y entidades, entre ellas la Dirección General de Interpretación Urbanística de la Subsecretaría de Gestión Urbana, que lo preside. Entre las que figuran sobresalen el Consejo de Profesionales de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), Sociedad Central de Arquitectos (SCA), la FADU- UBA y la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña, entre otros.

“No existen denuncias formales y concretas de demoliciones de edificios catalogados como patrimoniales. Se ven muchas denuncias en redes sociales pero hasta donde sabemos, no se formalizó ninguna”, concluyó el funcionario porteño.