El domingo 24 de enero, Laura Arredondo tenía planeado armar las valijas para dejar su casa de Punta Mogotes y volver a Buenos Aires. Pero su marido, al que conoce desde los 16 años, la obligó a un rotundo cambio de planes. Ahora pasa sus días esperando visitarlo en la cárcel de Batán, donde Rodrigo “la Hiena” Barrios está detenido, acusado del homicidio de Yamila González, embarazada de seis meses. A la espera de su excarcelación, aceptó dialogar con PERFIL.
—En el último tiempo, Rodrigo protagonizó varios choques y peleas callejeras. ¿En algún momento imaginó que podía suceder algo así?
—Más allá de todo los choques que él tuvo, acá hay algo peor y es que a una chica le haya pasado lo que le pasó. Siempre fueron choques, él siempre... todo el mundo lo sabe; a veces uno lo contaba con gracia: “Uhhh sí”; pero esto es terrible. Nunca jamás pensé que podía pasar algo así. Acá vinimos tranquilos, a pasarla bien, en familia. Alquilamos la misma casa de siempre, jamás nos imaginamos esta situación.
—Sin embargo a él siempre le gustaron las fiestas y salía a divertirse...
—No voy a decir algo que no es. Todo el mundo lo conoce y sabe que a Rodrigo le gusta salir, la joda. A los dos nos gusta. Hacemos asados con amigos, vamos a boliches. Ahora no te voy a decir: “No, no salimos a ningún lado” porque es mentira. Siempre salimos, pero eso no tiene nada que ver. Esto fue un accidente, algo gravísimo que le puede pasar a cualquier ser humano, tome alcohol o no tome alcohol.