SOCIEDAD
hortensia ardura, de 91 aos

Ignacio conoció ayer a Tenchi, su otra abuela

Vive en Caleta Olivia y ayer por la tarde viajó en avión hacia Buenos Aires especialmente para conocer a su nieto. Se encontraron en un hotel de la Ciudad y hoy volverán a verse en un almuerzo familiar en La Plata.

Iguales. “Es un calco de mi hijo”, dijo Hortensia al ver a Ignacio. El parecido con “Puño” es notable.
| Cedoc

El abrazo de ayer con Estela de Carlotto fue sin dudas la imagen del día. Pero, horas después de aquella cita, la vida de Ignacio Hurban se topó con otro acontecimiento inolvidable: el encuentro con su otra abuela, Hortensia Ardura, que viajó desde Caleta Olivia para abrazarlo por primera vez cerca de las 19 de ayer en la intimidad de un hotel porteño, según confirmaron allegados a la familia.

Hortensia (Tenchi para los íntimos), de 91 años, es la abuela paterna de Ignacio. La mujer llegó ayer a Buenos Aires acompañada por su hijo Jorge en un vuelo de Austral proveniente de Comodoro Rivadavia. Tiene dos nietas y una bisnieta, que viven en La Plata, adonde viaja seguido para visitarlas. Su otro hijo, el padre de Ignacio, era Walmir Oscar “Puño” Montoya, un integrante de la agrupación Montoneros que fue secuestrado y luego asesinado en el centro de detención La Cacha, en la Plata (ver aparte).

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No veo la hora de tenerlo conmigo. No se imagina cómo agradezco a Dios esta alegría inmensa”, había contado Hortensia horas antes de conocer a su nieto en una entrevista radial. Luego, en diálogo telefónico con otra radio, hasta se dio el gusto de cruzar palabras con Estela de Carlotto. Hablaron del amor por su nieto y de la relación que sus hijos Laura y Oscar mantuvieron. “Ahora entiendo por qué mi hija se enamoró de tu hijo”, le dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

Los encuentros entre ambas familias continuarán hoy, con un almuerzo en La Plata.

Guido es la cara de mi hijo, es un calco. Yo no lo imaginaba, no lo soñaba, y hoy lo veo hermoso. Es él... Sabía de su existencia, pero no lo busqué porque no se podía, no tenía cómo. Quizás, si lo hubiese visto en la calle, me hubiera quedado mirándolo. Pero si él no aparecía yo no lo iba a conocer nunca”, le dijo Hortensia a PERFIL, emocionada, antes de viajar hacia Buenos Aires, donde finalmente pudo abrazar a Ignacio y también a Estela de Carlotto y a buena parte de su familia.

Maestra. Aunque ya no trabaja, Hortensia sigue siendo para cientos de caletenses de varias generaciones la maestra que les enseñó a leer y escribir en la escuela. La madre de Puño Montoya vivió en el norte de Santa Cruz, en Cañadón Seco, hasta que comenzó a habitar una vivienda sobre la calle José Hernández, en Caleta Olivia. En esta pequeña ciudad se dedicó a la docencia durante años, hasta que decidió jubilarse. Su esposo, Vergel Montoya, era empleado de YPF.

Durante años, Hortensia prefirió, como toda su familia, guardar celosamente la historia de su hijo Puño, como también la posibilidad de que existiera un nieto. Ahora, 36 años después, cierra una historia de película.
 
*Informes: Julieta Mondet y Pablo Manuel y Gisella Rodríguez (desde Caleta Olivia).