La mágica aurora boreal se hace presente en Noruega desde finales de septiembre y hasta la culminación de marzo, período del año que es denominado como “la noche polar” en el que el fenómeno natural suele cruzar el cielo ártico cuando se encuentra completamente oscuro.
El país escandinavo ubicado en el continente europeo, es uno de los pocos lugares del planeta, en el que es posible contemplar un espectáculo de luz verde sin igual. El sitio visitnorway.es las describe como “un balet celestial que baila por el cielo nocturno, con una paleta de colores que van del verde, al rosa o violeta”.
Según las estadísticas, durante la primavera (marzo/abril) y el otoño noruego (septiembre/octubre) se registra el mayor nivel de actividad de auroras boreales o como también es llamada, la “Diva Verde”.
El espectáculo de las auroras boreales sorprendió a Bélgica, Reino Unido y Países Bajos
Las Islas Lofoten, archipiélago situado en la provincia de Nordland por encima del círculo ártico, es considerado como el “sitio idóneo para ver auroras boreales bajo los mejores paisajes de Noruega”, según la web Capture The Atlas.
Además, otro de los lugares recomendados si se quieren contemplar las resplandecientes luces de colores, es la ciudad de Tromso, situada en la isla de Tromsøya, a casi dos horas de en avión desde Oslo, la capital de la nación perteneciente al ‘viejo continente’.
“La noche polar es un fenómeno natural que se produce en los meses de invierno. La temporada comienza oficialmente en Tromso el 27 de noviembre y dura hasta el 15 de enero, pero técnicamente, el sol desaparece ya el 21 de noviembre y no vuelve a la ciudad hasta el 21 de enero, debido a que está rodeada de altas cordilleras”, explicaron desde la The Polar Travel Company.
¿Cómo se generan las auroras boreales?
Las auroras boreales se originan cuando partículas procedentes de explosiones y fogonazos solares, son arrastradas a la atmósfera por el campo magnético de la Tierra y chocan contra los átomos de nitrógeno y oxígeno,
El impacto libera destellos de luminiscencia, cuya gama depende del tipo de moléculas implicadas en la colisión.
