SOCIEDAD
no está en los niveles de 2011 a 2015

Libros escolares: en 2021 aumentó la distribución, pero todavía faltan

Para el ciclo lectivo en vigencia, el Ministerio de Educación nacional anunció que se entregarán 8,2 millones de ejemplares.

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Fundamental. Desde el nivel inicial, la lectura en papel es clave para afianzar conocimientos. | cedoc

En 2021, el Estado nacional distribuyó 2,5 millones de libros en las escuelas de todo el país: la cifra supone un aumento con respecto a 2019 y 2020, pero sigue por debajo de los niveles alcanzados en el período 2011-2015. Si bien el libro de texto es una herramienta pedagógica fundamental, “las políticas y los recursos nacionales destinados a la provisión de libros escolares han sido volátiles en los últimos diez años”, según un informe firmado por Javier Curcio (UBA y Conicet), Martín Nistal y Víctor Volman (Observatorio de Argentinos por la Educación). 

Los expertos analizaron los recursos asignados a la distribución de libros escolares por parte del Estado nacional en Argentina en los últimos diez años, utilizando la información disponible en la plataforma de datos abiertos del Ministerio de Economía. 

La cantidad de libros entregados en 2021 supone una recuperación con respecto a 2020 (ese año no se distribuyeron libros) y 2019 (con 600 mil libros entregados). Sin embargo, la cifra de 2021 queda por debajo de los niveles alcanzados en el período 2011-2015, cuando el promedio anual fue de 7,4 millones de libros distribuidos. La cifra más elevada de los últimos 10 años corresponde a 2014, cuando se repartieron 9,8 millones de libros escolares. En el otro extremo, en 2016 y 2020 no se distribuyeron ejemplares en las escuelas. 

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Javier Curcio, coautor del estudio, destaca que “la pandemia evidenció la necesidad de incrementar las tecnologías y materiales pedagógicos para fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje en la sociedad del conocimiento en la que transitamos”. En ese marco, según el autor “es imprescindible proteger las partidas presupuestarias y sostener las inversiones en estos rubros, orientando las decisiones especialmente en los contextos de crisis. Es muy importante que el gobierno nacional participe en la distribución de materiales pedagógicos a las escuelas para reducir las inequidades territoriales y fortalecer la inclusión educativa de calidad.”

El presupuesto destinado a la provisión de libros escolares fue inestable en los últimos 10 años. Creció de 2011 a 2015, cuando alcanzó un pico de 4.292 millones de pesos. Los años de menor inversión en este rubro fueron 2020 (cuando no se destinaron recursos a la provisión de libros) y 2019 (con apenas 380 millones de pesos). En 2021 se invirtieron 3.436 millones de pesos: nueve veces más que lo gastado en 2019. 

Para este ciclo lectivo 2022, el Ministerio de Educación de la Nación anunció el programa Libros para Aprender, que prevé la entrega de 8,2 millones de libros de texto a más de cuatro millones de estudiantes de escuelas de gestión estatal y privada y de institutos de formación docente.

Juan Doberti, docente e investigador de la UBA explica que “la entrega de libros a las escuelas constituye un dispositivo pedagógico llevado a cabo por el Estado nacional durante la última década que, como todo elemento de política educativa, debe ser sostenido en el largo plazo y evaluado para analizar si corresponde su mantenimiento y cuáles son las medidas para su mejora. La evidencia alerta sobre las fluctuaciones de recursos invertidos a través de los años”, dice.