Cerca de 450 mozos y camareras participaron este sábado de la decimoséptima edición de la tradicional 'carrera de las bandejas', una fiesta organizada anualmente por la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), en esta ocasión con jugosos premios en efectivo y numeroso público aplaudiendo a los participantes a lo largo de los 1.600 metros de un circuito armado sobre la Avenida de Mayo.
Bajo un arco inflable color negro, dispuesto en avenida de Mayo 930, primero largaron las camareras, mientras que detrás de un arco color blanco se formaron los mozos, en su mayoría vestidos con camisa blanca, pantalón negro y chaleco y moño bordo. Otros lucían delantales. Por el lado de las camareras, unas pocas se animaron a lucir pollera tubo, mientras otra de las atracciones era uno de los mozos que compitió vestido de gaucho.
Así los competidores aguardaron entre bromas y sonrisas la largada con las bandejas, en las que llevaban una botella de gaseosa, una de agua y otro vaso con un líquido color rosado.
Las condiciones a lo largo de esos 1600 metros eran claras: no se podía caer nada de la bandeja, y había que hacer el recorrido con "paso intenso", pero no corriendo. Ponerse a correr era una de las razones de descalificación.
Mientras los competidores aguardaban, bailaban y aplaudían al ritmo de la música, Alejandro Camero, portador de la pechera 257, contó que la de este sábado era su cuarta participación y que trabaja en el restaurante de un Bingo desde hace décadas. "Hay que tener cuidado, si se te cae algo te descalifican, hay jurados en cada cuadra mirando los números de pecheras y anotando...".
En tanto, María José Bermeja, de 31 años, saludaba a la familia que la alentaba detrás del vallado. La mujer dijo que trabaja como camarera en un hotel desde hace 12 años, y señaló que ya había participado del evento gastronómico en 2018 y 2019.
"En Avenida de Mayo el problema que tenés es el viento que te tira las cosas, por eso tenés que aflojar la marcha, caminando más despacio pero constante", contó. Cuando el reloj digital dispuesto a un lado del escenario marcó las 16 se largó la carrera de las camareras y tres minutos más tarde la de los mozos.
Las categorías por las que se podía participar eran de mozos hasta 30 años, de 31 a 45 años, y luego una más de de 46 en adelante. En tanto, para las camareras no había categorías por edad. La suma total de premios orilló el millón de pesos, y el ganador o ganadora de cada categoría se llevó un cheque por 110.000 pesos.
Al grito de "dale campeón", llegó a la meta el mozo de pechera 194 como dueño de los aplausos por su victoria, señalando luego que era la primera vez que se animaba a participar por primera vez pese a presentar una discapacidad.
TE/HB