Más allá de los efectos que produce una pandemia en general, también genera efectos colaterales que acrecientan la crisis de un determinado sector. En este caso particular, en el sector de la medicina privada. Un claro ejemplo de esta situación es que la debe afrontar en estos momentos la Fundación Favaloro. En las últimas horas anunció el cierre de dos sedes de atención ambulatoria. Se trata del Centro de Prevención y Atención Ambulatoria Arenales, de la calle Arenales al 1600, que fue inaugurado en 2017; y del Centro de Prevención y Atención Ambulatoria Zona Norte, ubicado en Pilar, que fuera inaugurado en 2007. En el primer caso cerrará sus puertas a fin de este mes, mientras que el instituto de la zona norte, lo hará a fines de junio.
El personal de ambos centros continuará trabajando en otras dependencias de la reconocida institución médica creada por el Doctor René Favaloro, en 1975.
Se registran 90.000 enfermeras y enfermeros contagiados por coronavirus en el mundo
Entre las razones que llevaron al Consejo de Administración de la Fundación Favaloro a tomar tal determinación tienen que ver la crisis económica financiera que se viene produciendo en el sector de la medicina privada desde hace varios años. Inflación, devaluación, insumos y costos fijos dolarizados, más la crisis desatada por la pandemia, generaron una situación en la Fundación imposible de revertir, según explicaron. “Fue una combinación de factores que impulsó la decisión de cerrar ambos centros. Era tratar de mantener una situación casi insostenible para una entidad sin fines de lucro, tal como somos. Además, los edificios eran alquilados con contratos que vencían este año y su renovación no iba a ser fácil. Sobre todo si se tiene en cuenta panorama incierto que se vive en el país. Nadie sabe qué es lo que va a pasar en los próximos meses”, afirmó, de manera contundente, Oscar Mendiz, Director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro. “Los problemas en el sector privado de la salud son crónicos, no los originó la pandemia. Pero sí, los incrementó”, agregó, quien también es miembro del Consejo de Administración de la entidad médica.
Médicos piden "Basta de aplausos" y reclaman por recortes de salarios
En este sentido, Mendiz aseguró que “la gente dejó de realizar sus consultas médicas habituales, de seguir con sus tratamientos en los sanatorios, por temor a los contagios. Esta situación también generó una fuerte caída en los ingresos de la entidad. En nuestro caso particular la caída en materia de actividades médicas osciló entre el 50% y 70% desde que comenzó la pandemia. Pero en el caso puntual de estos centros fue de un 100%”, aseguró Mendiz, en su charla con Perfil. Según explicó el médico cardiólogo en esos establecimientos se realizaban análisis clínicos, chequeos rápidos y rayos. No había internaciones. “El cierre de estos centros es una situación muy angustiante y decepcionante a la vez, que a nadie le gusta tomar. Pasamos muchas crisis en la Fundación, pero esta fue muy repentina; no nos dejó margen de maniobra, como ocurrió en otras oportunidades”, graficó Mendiz.
Sobre el futuro de los empleados, el cardiólogo aseguró que “el personal entendió la situación que estamos atravesando y nos acompañó desde el primer momento. Todos serán redistribuidos entre la sede de la avenida Belgrano, como en el centro que funciona sobre la calle Luis Saenz Peña, que van a seguir funcionando normalmente”, señaló, por último, el directivo de la prestigiosa entidad médica.