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Pilar Arroyo: cocinera eximia a los 83 y la abuela más pendiente

Rocío tiene 27 años y es estudiante de Diseño de Indumentaria. Recordó a su abuela Pilar, quien falleció en abril luego de pasar varias semanas internada.

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Rocío y su abuela Pilar disfrutaban de compartir la Navidad | Gtza: Familia Arroyo

“Mis abuelos vivían juntos. A principios de abril de este año, mi abuelo empezó a tener fiebre un día de semana. Pero como ellos salían muy poco, lo adjudicaron a que habían dejado la ventana abierta y tomaron frío. Él solo tuvo fiebre ese día y mi abuela Pilar, que tenía 83 años, no tuvo ningún síntoma”. Quien la recuerda es su nieta, Rocío Arroyo Francese, que estudia Diseño de Indumentaria y tiene 27 años.

“Al sábado siguiente, a mi abuela la vacunaron y dos días después tuvo síntomas pero creímos que eran los efectos de la vacuna. Se sintió afiebrada y cansada durante algunos días pero el viernes de esa semana se levantó y no podía respirar bien. Por eso la llevaron al médico donde la internaron y le pusieron un respirador”.

 

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Con los días, Pilar empeoró. La intubaron. Pasó tres semanas en ese estado y los médicos intentaron hacer todo lo posible para que mejore y vuelva a respirar por su cuenta. “Lamentablemente, nos explicaron que una persona no puede pasar tanto tiempo así y finalmente falleció. Durante todo ese período solo la pudieron ver mi papá y mi abuelo a través de un vidrio”, agrega Rocío.

“Mi abuela era una persona que todo el tiempo se dedicaba a nosotros. Mi papá era su único hijo y con mi hermana, éramos sus únicas nietas. Todo el tiempo pensaba en nosotros. Nos llamaba para preguntarnos cómo estábamos, si iban bien nuestras cosas o si necesitábamos algo. Una persona muy buena en todo sentido y muy generosa con su familia. Te daba todo sin esperar nada a cambio y siempre demostraba su amor por sus seres queridos”.

“La extrañamos por muchas cosas pero algo en particular es que ella cocinaba muy bien y se encargaba, por ejemplo, de la comida para las fiestas. Y en la próxima Navidad eso no va a estar y lo vamos a extrañar. Me pasa también que ahora voy a su casa y falta ese olor a la comida rica que ella preparaba. Cada vez que lo pienso, se me viene su imagen a la cabeza”.

 

AJ