SOCIEDAD
NUEVAS REALIDADES

Tras el caso Lulú, crecen las consultas por menores trans

Expertos afirman que bajó la edad en que se comienzan a plantear cuestiones de género. Galería de fotos

Antecedente. En Arizona, Josie Romero nació varón (der.) pero hoy tiene documentos de mujer.
| Cedoc

Esta semana se inició el trámite de cambio de la partida de nacimiento y el documento de identidad de Lulú. Su familia reclamaba por su cambio de identidad ya que, pese a haber nacido con genitales masculinos, la menor expresaba que su género era femenino. A partir de la difusión masiva de este caso, el primero en el mundo sin pasar por un proceso judicial, aumentaron las consultas de padres con hijos que dudan sobre su identidad sexual.

“Recibimos más llamados en este último tiempo, sobre todo luego de conocerse el caso de Lulú. Tratamos de acompañar a los padres y sobre todo a los niños en el proceso que lleva comprender lo que viven y sienten. Afortunadamente hay más información y lugares donde los menores pueden ser atendidos”, dice Valeria Paván, coordinadora del Area de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).

El psicólogo Raúl Marol, integrante de Nexo Asociación Civil, comenta que “muchos padres se muestran asustados. No saben cómo reaccionar ante un planteamiento tan decisivo en la vida de los menores. Algunas madres confiesan que tienen miedo de hacer algo mal, o no saben cómo hablar para ayudarlos”. El especialista considera que “es un proceso doloroso para todos los integrantes de la familia, pero con profesionales que los encaucen finaliza en algo favorable. Así cada uno puede vivir con la identidad que considere que debe tener”, explica.

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Los expertos coinciden en que cada vez es más baja la edad de las consultas sobre transexualidad. “Hace un par de años se acercaban menores cercanos a los 18 años. Con la aprobación de la Ley de Identidad se visibilizó la población trans de entre 13 y 15 años. Ahora hay casos de chicos de 10. Creo que tiene que ver con que los padres están más atentos y abiertos a entender a sus hijos y se ocupan en encontrar especialistas”, afirma Marcela Romero, presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros.

En el caso de Lulú, la lucha de la familia comenzó en 2012, cuando su madre Gabriela inició los trámites para la modificación de los documentos. Según contó la mujer a los medios, si bien ella dio a luz a una pareja de mellizos, ambos varones, cuando uno de ellos empezó a hablar decía que era “una princesa” y se manifestaba como niña. Con el apoyo de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) la familia logró que se aplique la Ley de Identidad de Género, que estipula que puede aprobarse la modificación de identidad de menores de 14 años con consentimiento de los padres, un abogado que los represente y la menor implicada.

Antecedente. En los Estados Unidos se conoció en 2009 la historia de Josie Romero, que biológicamente nació varón pero que a sus 4 años les dijo a sus padres que “había nacido con un cuerpo equivocado”. A los 8 logró cambiar su identidad legalmente: el certificado de nacimiento de Josie, su pasaporte y hasta su número de seguro social fueron modificados luego de pasar por un proceso judicial que incluyó que los médicos los diagnosticaran como transexual.

Hoy está por cumplir 12 y ya podrá someterse a un tratamiento hormonal para luego optar por una cirugía.