Poco a poco la circulación social del coronavirus en la Villa 31 de Retiro, Barrio Carlos Mugica, dejó de ser una presunción, se convirtió en una realidad y suma cada vez más infectados. En estos últimos días se registraron once nuevos casos de covid-19, con lo cual ya son trece las personas contagiadas del virus desde que se confirmó el primer caso, el pasado lunes 20 de abril. Según informaron desde la Secretaría de Integración Social y Urbana, que depende del Gobierno de la Ciudad, a través de un comunicado, “hasta el momento, todos los vecinos contagiados tuvieron algún contacto entre sí ya sea por cuestiones familiares o laborales”.
Este fin de semana, en tanto, se conocieron diferentes casos de coronavirus en la Villa 1 11 14 del Bajo Flores ((Barrio Padre Ricciardelli), incluidos un bebe de seis meses y una mujer fallecida. También se habían registrado casos en la Villa 15, de Lugano (Ciudad Oculta).
El coronavirus es una de las enfermedades que, junto a la epidemia de dengue, más preocupan a las autoridades sanitarias de la Ciudad, pero en especial, a los vecinos del asentamiento informal lindero a Recoleta. En este sentido, las características propias del lugar como el hacinamiento, espacios reducidos, muchas veces sin la ventilación adecuada, falta de higiene y saneamientos, facilitan la propagación del virus entre las cuarenta y cinco mil familias que allí residen. A estas situaciones particulares, se les suma la falta de agua en diferentes casas de los sectores Güemes, San Martín Ferroviario, Comunicaciones, y Cristo Obrero, entre otros.
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La semana pasada dos mujeres que vivían en uno de los sectores en los que se divide el barrio fueron diagnosticadas positivo del virus y se encuentran internadas en diferentes hospitales municipales. Sus familiares, en tanto, quedaron aisladas del resto de la población del lugar. La información de los casos fue confirmada a Perfil tanto por referentes vecinales y sociales como por la Secretaria de Integración Social y Urbana. En este sentido, desde esa oficina estatal señalaron que “cada vez que un vecino del Barrio 31 presenta síntomas compatibles con la enfermedad, se activa el protocolo del triage físico, que fue especialmente diseñado para el barrio: si se confirman los síntomas, se lo deriva desde el CeSAC 21 hasta una Unidad Febril de Urgencia (UFU)en un hospital de la Ciudad, donde se le realiza el testeo. Respecto a sus familiares, y mientras cumplen con el aislamiento obligatorio, se les hace un seguimiento, lo cual permite detectar posibles síntomas y avanzar con el aislamiento preventivo. Esto es fundamental para que el contagio dentro del Barrio 31 suceda de manera más lenta”, enfatizaron.
CP
