"No tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido". Con esta frase siniestra que pronunció el dictador Rafael Videla en su último discurso de 1979 arranca el nuevo videoclip de Yamir Antiman (33), el rapero que compone desde las cárceles más temidas de la provincia de Buenos Aires.
Yamir -o "Ian", como lo conocen muchos- está detenido desde mayo de 2019, acusado de formar parte de una "asociación ilícita". Su nombre cobró notoriedad cuando se supo que con el dinero de sus botines había conocido varios países de Europa -entre ellos Italia, Suiza, Francia, España y Portugal-, donde además aprovechó para seguir delinquiendo hasta que fue descubierto por la Guardia Civil española y finalmente deportado a nuestro país.
Desde marzo, pasa sus días en una celda de castigo de la Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata. Allí, a pesar de las dificultades que el encierro y las condiciones en las que se encuentra compuso su nuevo tema y editó el videoclip que estrenará esta tarde, en su canal de Youtube.
Panóptico -así se llama su trabajo que se puede ver en este link YamirAntiman(Ian)- habla del Plan Cóndor, la operación ilegal conjunta llevada a cabo por gobiernos militares sudamericanos en las décadas de los 70 y 80 para perseguir y ultimar opositores a nivel trasnacional, pero también recuerda las horas más tristes del país, como el bombardeo del 55 o las sangrientas protestas por la crisis de diciembre de 2001.
Yamir intenta entender, a través de su música, cómo es que llegamos a esta Argentina actual, arrasada por la pobreza y la desigualdad, en una grieta que no para de agigantarse, pero que nació mucho antes que Perón.
La producción, bajo la dirección del artista Alfredo Srur, la colaboración de Pablo Cuarterolo, Alejandro Kaminetzky, Nahuel Rodríguez, Sol Iurcovich y Zoe Fahler, y la participación especial del rapero Emi One, es inédita por varias razones: no sólo por la temática que elige abordar el autor, sino porque además parte del videoclip fue registrado en el interior de un buzón, como se conoce en la jerga a los calabozos de castigo-.
El trabajo muestra imágenes de la Casa Rosada y el Congreso, donde vive la historia. También retrata el abandono y el olvido de los monoblocks a medio terminar de la localidad de Boulogne, donde creció Yamir, y las cárceles de Campana y San Martín.
Yamir interpreta un género musical conocido como “malianteo”, descendiente del reggaetón, que nace de las pandillas de Puerto Rico, y que está creciendo en los sectores más populares del país. “Malianteo” viene de maleante y sus canciones reflejan cuestiones vinculadas con la delincuencia, el narcotráfico, la vida en las cárceles más temidas y las problemáticas sociales.
En Argentina, los principales referentes no tienen una relación tan directa con el delito como Yamir, algo que sí sucede en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, es conocida la historia del Tupac Shakur, pionero en el rap, que alcanzó el primer puesto de ventas en la Billboard estando detenido.
De ladrón internacional a promesa argentina del rap-trap alternativo
En una entrevista reciente con PERFIL, el músico contó que sus letras revelan "cosas muy íntimas". "Hablan de mi vida, pero también de las injusticias, de mis errores e incluso también de mis parejas. El público sabe que yo hablo con la verdad. Me escuchan porque lo que digo son cosas que les pasaron, que el pibe vivió. Y además, son cosas que seguirán pasando. Lo que intento es abrirle los ojos”.
Yamir no reniega de su pasado y realza sus raíces musicales: su papá, por ejemplo, es folclorista. Reconoce como figuras destacadas en su vida a Horacio Guarany y Carlos Ramón Fernández, sobre todo porque muchas de sus canciones hablan de la misma problemática social que él plantea en sus letras.
Pese a que tiene 33 años, lleva más de 13 años en prisión, aunque, por primera vez, asegura haber encontrado en la música ese salvavidas necesario para soñar en una reinserción social que lo aleje definitivamente del delito.