Rubén Urbano: “Los carpetazos contra los corruptos tendrían que haber sido antes”

La Unión Obrera Metalúrgica tiene su sede local en barrio General Paz. Cuenta con unos 10 mil afiliados en la Ciudad, pero se estiman otros dos mil trabajadores no agremiados. Es una de las actividades más perjudicadas por el ingreso desde el exterior de autos, autopartes, piezas y material ferroviario e insumos eléctricos. Rubén Urbano, su titular, dialogó con PERFIL CORDOBA sobre la coyuntura económica y la gestión nacional. Reconoce que si los trabajadores están mal, también es responsabilidad de los líderes sindicales. Afirma que en el sector hubo 1.500 despidos en un año en todo el país.

-¿Cómo está hoy el empleo en su sector?
-Lo vemos muy difícil por dos razones: desde el año 2013 padecemos los problemas de Brasil (económicos, políticos institucionales) y somos “brasildependientes” en muchos sectores. Nos afectó mucho. En el sector automotriz comenzaron a bajarse los programas de producción y llegó el efecto cascada. Las empresas se sacaron la gente de encima con despidos hormiga. Tuvimos que recurrir al consenso y a la lucha para poder retener puestos de trabajo. Hoy vemos una situación diferente porque hay anuncios de proyectos aunque, a nivel nacional, se decide una fuerte apertura de importaciones, y está destrozando la industria. Ahora se propone que los autos fabricados aquí tengan 50% de partes nacionales pero, mientras tanto, se abre la importación.

-Tampoco se puede integrar más porque no está desarrollada la industria autopartista.
-Nos falta mucho. No hablamos de cerrar la importación, pedimos que se controle lo que ingresa y se puede fabricar acá. Con el kirchnerismo trajeron 2.500 vagones de trenes, máquinas ferroviarias y hasta vías y durmientes. Con el gobierno actual, entraron 1.500 vagones y máquinas, mientras que tenemos a un ícono nacional como Materfer parado, que pasó de 300 a 100 empleados. En Río Tercero y en Santa Fe también había talleres para reparación de vagones y cerraron por la importación.

-¿Es parte de una política o el Gobierno no tiene capacidad?
-Es lo mismo, no importa si es por decisión o incapacidad. No aplican políticas activas y la gente se queda sin trabajo. Ni el Presidente se cree que puede haber una paritaria del 15% y ahora ofrecen un 5% más, para frenar los paros. Nosotros cerramos a 18,5%, disfrazada, porque es 9% y 6% más $4.000 en forma no remunerativa. No hay ánimo entre los trabajadores y están descreídos del Gobierno nacional que acá en Córdoba fue votado masivamente.

En la mira. Con la nueva administración nacional, la Justicia aceleró los procesos y detenciones de líderes gremiales, algo que para Urbano repercute en todo el sindicalismo. “Tenemos los dirigentes nuestros que están esperando lo que pasa porque lamentablemente hay muchos que están sufriendo la amenaza de un carpetazo desde lo que le pasó al Pata Medina, al Caballo Suárez. Moyano es otro y sin embargo se ha animado a hacer un paro y cumplirlo”, dice.

-¿Y ustedes como gremialistas cómo viven eso?
-Esto se tendría que haber hecho hace mucho tiempo.

-Me refiero a los carpetazos.
-Por eso mismo, se tendría que haber hecho hace mucho tiempo. Dejar de estar apañando a gente que está robando. No es de ahora, hace un montón de tiempo, los gobiernos y los ministros de Trabajo han tenido la potestad de intervenir los gremios, nunca lo hicieron y castigan a los trabajadores. A causa de ellos todos los dirigentes sindicales somos observados.

-¿Siguen los despidos hormiga?
-Lo que ha crecido mucho son los despidos encubiertos, acuerdos de partes, aprietes que hacen las fábricas para arreglar y hacer retiros. Nos ha costado mucho convencer al empleador que el mejor recurso que tiene es el empleado, que no recorte por ahí.

-¿Qué panorama ven para el empleo hacia adelante?
-Muy incierto porque no hay mensajes reales. Lo que nos pasa a nosotros les pasa a los empleadores, el 97% son fábricas familiares, la situación la pasamos juntos. Ahora estamos hablando de frenar las importaciones, sea como sea y a nivel nacional. Y en vez de ir a reclamar a las plazas queremos ir a los puertos y que no baje nada importado. Eso va a tener un costo altísimo. Hay que hacerlo sentar al Gobierno para que entienda, como dijo Pellegrini hace 100 años, sin industria no hay Nación. Los mismos empresarios nos dijeron que nos van a dar la gente y les pagan el día para ir a reclamar. Entonces, tan equivocados no estamos. Nos preocupa la industria en serio.

-¿Qué mea culpa tiene que hacer el sindicalismo?
-Un montón. Si los trabajadores están cómo están es porque hemos tenido dirigentes sindicales que no han estado a la altura de las circunstancias. Hay dirigentes gremiales que hoy son grandes empresarios y que tienen miedo de discutir, no hay muchos dirigentes comprometidos con la causa de los trabajadores. Hay dirigentes obreros que son más dirigentes patronales que otra cosa.