Conciertos de calidad internacional en el CCK Audiovisual

La decisión de producir La Hora del Tango tuvo como objetivo central poner al género en la grilla de la televisión pública, pero también ir un poco más allá: retomar el formato del musical televisado que, siguiendo la tendencia que hoy prima en los consumos culturales, está destinado a reproducirse en diferentes soportes, de la TV al celular. Es decir, recuperar el placer de la música en vivo a través de la pantalla, lo que representa un género en sí mismo, más allá de que en este caso el protagonista central sea el tango.

Esta ambiciosa producción audiovisual fue posible porque el CCK  tiene una configuración institucional inédita, que está basada en la articulación  de las diferentes áreas (artística, técnica y audiovisual), es decir que funciona como una verdadera “casa de contenidos” que provee producciones culturales a las diferentes pantallas del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, incluyendo la plataforma digital Cont.ar, que atrae a una audiencia cada vez mayor.

Esta dinámica posibilitó, a lo largo de los últimos tres años, el registro de más de cien conciertos con calidad y estándar internacionales, lo que representa un valioso testimonio de la escena contemporánea para las generaciones futuras y la posibilidad de proyectar nuestra riqueza musical a otras latitudes. En cada uno de estos conciertos el público vive la emoción del encuentro con sus artistas, y la posibilidad de participar de la trastienda de una grabación, con la sala convertida en un set de televisión. Así, con la complicidad de los espectadores, se consolida un espacio que integra cultura y medios.

Algunas producciones conceptuales del CCK Audiovisual ponen el foco en un género o estilo en particular, como sucede con Tester. Rock en Ascenso, que refleja la escena indie de todo el país con entrevistas y música en vivo, o Universo Chamamé, que reúne a la patria chamamecera en un formato de magazine temático, o el registro del Festival Barenboim con la Staatskapelle y sus versiones memorables de las cuatro sinfonías de Brahms, que incluye las performances de Martha Argerich y amigos.

Lo mismo sucede con La Hora del Tango, una producción muy cuidada, con tratamiento cinematográfico. En este caso, cada programa tiene el clima de una gala que invita a disfrutar de una sucesión de creadores e intérpretes fundamentales, en un diálogo generacional y estilístico, donde conviven la tradición y la vanguardia, tanto en la música como en la danza, todo esto en el marco privilegiado que ofrece la Sala Sinfónica, con un público entusiasta que aporta la adrenalina del vivo.

Varias generaciones de artistas, una multitud de virtuosos bailarines y una auténtica elite de milongueros veteranos, la orquesta típica y el break dance, Piazzolla y D’Arienzo, lo mejor de la década dorada del 40 y “lo que vendrá”. Todo esto y más sucede y queda atesorado en la pantalla, convertido en un varieté de tangos, valses y milongas.

La orquesta estable, a cargo de Pablo Agri, acompaña a los invitados y recrea estilos, un cuerpo de baile dirigido por Leonardo Cuello va del cruce de lenguajes coreográficos a la sublime economía del baile de salón, y a modo de anfitriona, Sandra Mihanovich despliega su talento en esta temporada.  

Sin dudas, esta producción está influenciada favorablemente por el panorama actual, dado que estamos atravesando un momento vital del género, que se basa en la existencia de una riqueza de tendencias a veces en tensión, y la idea es poder reflejarlas de la mejor manera.

Parte de esta diversidad se percibe con solo dar un vistazo al elenco que recorre los programas; el ciclo, concebido como una antología, reúne en esta segunda temporada muchos hitos destacables protagonizados por Susana Rinaldi, Osvaldo Piro, Litto Nebbia, La Orquesta Color Tango, Cucuza Castiello y el Zorrito Von Quintiero, María Graña, Tangokinesis, Julio Pane, Walter Ríos, César Angeleri, Nicolás Ledesma, Germán Cornejo, Andrés Linetzky, Daniel Melingo, Pedro Aznar, Kevin Johansen, Leo García, El Arranque, Lidia Borda, Elena Roger y Alejandra Radano, entre más de 300 artistas.  

Al finalizar el rodaje, el entusiasmo del equipo y del público fue tan grande, que todos comenzaron a soñar los contenidos de la tercera temporada, aun antes de emitir los capítulos que se acaban de filmar, La Hora del Tango se instala como un ciclo imprescindible, inspirado en esa inagotable cantera de artistas virtuosos que auguran una larga y apasionante vida a nuestro género ciudadano.

*Director general y artístico del CCK.