La publicidad busca dejar atrás los estereotipos porque es algo bien ponderado por las audiencias (y consumidores): nueve de cada diez personas avalan las publicidades que rompen con las concepciones tradicionales de género.
Así lo señala un informe de Trendsity que marca que estos anuncios son considerados como un intento para generar un cambio positivo en futuras generaciones (54%), disminuyendo prejuicios en la sociedad (58%). La investigación sobre representaciones femeninas y estereotipos de género en comunicación se presentó en el marco del Latam Fest y se realizó sobre una encuesta de mil casos en Argentina y otros cuatro países de la región.
Pese a los avances, la mayoría considera que se siguen reproduciendo estereotipos de género: mujeres en su casa, vinculadas a la limpieza, crianza, cuidado del cuerpo y shopping, mientras que el hombre tiende a ser representado mostrándose fuerte (47%), tomando alcohol (47%) y conduciendo autos (41%).
Los resultados se presentaron con una performance de danza. “Para reflexionar sobre el género se necesita una movilización mucho más amplia que la de nuestro pensamiento racional. Es necesario tocar y revisar fibras íntimas, muchas veces inconscientes, que son las que determinan nuestros modos de pensar, sentir y actuar”, explicó Mariela Mociulsky, directora general de Trendsity.
Nueve de cada diez personas avalan las publicidades que rompen con las concepciones tradicionales de género.
Entre las conclusiones, señalan que “reproducir estereotipos de género tradicionales puede parecer ‘más seguro’ porque no desafía a las/los consumidoras/es pero retrasa la posibilidad de evolucionar al ritmo de los debates actuales”. También indican que hay que mostrar un punto de vista que invite al diálogo y es necesario replantear el lugar del varón en la publicidad “mostrando cambios concretos, en la vida cotidiana, que ya se están dando”.
El análisis de Trendsity marca que será clave “preguntarse cuál será la postura de cada marca en relación a la lucha por la equidad”, ya que cada vez se les exige más tener una visión en consonancia con su ADN, sin oportunismos.