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Cuentas vaticanas

6 millones de euros siguen siendo dinero

Una auditoria conjunta entre la Santa Sede y Australia rebajó a 6 millones de euros los inicialmente sospechosos 1.400 millones de euros en trasferencias bancarias del Banco Vaticano hacia ese país

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Banco Vaticano. | Shutterstock

El organismo australiano que controla las finanzas de ese país, AUSTRAC, se echó para atrás en su denuncia pública de los giros de dinero exorbitantes que había notado entre el Vaticano y Australia, por un monto que totalizaba 1.400 millones de euros en 47 mil transferencias bancarias.
El mismo Centro Australiano de Informes y Análisis de Transacciones (AUSTRAC) había hecho público, a fines del año 2020, que veía exorbitantes las transferencias bancarias de cuentas individuales de clientes del Banco Vaticano hacia personas y organismos australianos, realizados durante los últimos seis años
Es decir, durante los últimos años de la gestión del alemán Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) y el inicio del papado de Francisco.
Sin aclarar dónde estuvo el error del circuito financiero, AUSTRAC se limitó –públicamente- a sacar una solicitada en el periódico australiano "The Australian" en la que admitía que “había sobrestimado masivamente” el flujo de transferencias de dinero entre el Vaticano y Australia. 
El primero en festejar la noticia fue precisamente el estado Vaticano, a través de su página web: “Una cifra enorme, que inmediatamente pareció irreal, tanto por la cantidad de dinero como por el número de operaciones, ya que era absolutamente incompatible con los movimientos de la Santa Sede”. 
Finalmente, el caso quedó cerrado con los siguientes valores: las operaciones no fueron por 1.400 millones de euros sino por 6 millones de euros, distribuidos en un total de 362 transacciones, en vez de las 47.000 transferencias bancarias denunciadas inicialmente. 

La Santa Sede sostuvo desde un principio que la cifra fue irreal y solicitó una auditoria; los australianos se mostraron más fríos y apegados a los números; no indicaron en dónde estuvo el error.


Igual que su antecesor, Benedicto XVI, el Papa Francisco está empeñado en que las actividades financieras del Instituto para las Obras de Religión –IOR, vulgarmente conocido como Banco Vaticano- sean transparentes
Por esa razón, una de sus primeras acciones, en noviembre de 2015, fue nombrar a Gian Franco Mammì como nuevo presidente de la entidad, en reemplazo de Jean-Baptiste de Franssu, quien sólo manejó las arcas vaticanas por menos de un año y medio. 
Ante la denuncia australiana, la Santa Sede pidió una auditoría, que fue compartida entre AUSTRAC y la Autoridad de Información y Supervisión Financiera del Vaticano. Ellos llevaron las cifras a las que se publicaron el 13 de enero pasado. 
En un comunicado, la Santa Sede aclaró que los 6 millones de euros de las transferencias en cuestión son " atribuibles, entre otras cosas, a algunas obligaciones contractuales y a la gestión ordinaria de sus recursos".
Ahora la Policía Federal Australiana afirma que el análisis de las transacciones no reveló ninguna conducta delictiva.

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Una banca con historia


El Banco Vaticano fue creado en 1942 por el Papa Pío XII y nunca estuvo en los planes fundacionales que fuera una institución lucrativa. Debía administrar el dinero que le confíaban personas físicas o jurídicas implicadas en actividades religiosas y caritativas. 
Con esos recursos, la Santa Sede financia a las iglesias con mayores necesidades económicas situadas en los países más pobres del mundo. 
Australia no se encuentra entre los países con mayores necesidades en el mundo. La fe católica representa sólo el 20% de su población, unos 5 millones de habitantes.
El Banco Vaticano no puede dar créditos. Se presume que actualmente tiene 19.000 clientes, compuestos por 5.200 organismos católicos y 13.700 clientes físicos (empleados de la Santa Sede, religiosos y diplomáticos). Sus fondos ascenderían a 7.000 millones de euros y, para no descapitalizarse, compra bonos o participa de transacciones interbancarias.
De todos modos, es difícil precisar cifras en torno al IOR. Alguna vez se publicó que la entidad financiera atesoraba 60.350 toneladas de oro en la Reserva Federal de Estados Unidos.

Las cifras en torno a las riquezas vaticanas son estimaciones que resultan de cálculos privados


El tema no deja indiferente a nadie y mucho menos al periodista Giovanni Vegezzi, corresponsal bilingüe en Italia, quien investigó que la riqueza vaticana se aproxima a los dos billones de euros. Reveló además que su cálculo se basa en los datos que le brindó el Gruppo Re, asesor inmobiliario del Vaticano. Agregó además, que “la iglesia es dueña del 20% de los inmuebles italianos”. Sólo en la península le pertenecen 300.000 edificios de los 700.000 que tiene y administra en todo el mundo. 
El mismo Vegezzi cuenta que ese patrimonio inmobiliario aumenta cada año, ya que unas 10.000 personas, antes de morir, dejan un testamento donando bienes a la Iglesia Apostólica Romana.