El caso del tortugo Jorge vuelve a salir a la luz luego de que el acuario en donde se encuentra en cautiverio hace mas de cuatro décadas fuese cerrado. La historia de la liberación del reptil tomó notoriedad tras el anuncio del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, acerca de la creación de una red federal de santuarios para promover el bienestar animal.
En el marco del rescate de un tigre de bengala, una leona, un coipo y un carpincho que se encontraban en cautiverio el pasado martes, la situación de Jorge, el tortugo de mas de cien años, sigue sin resolverse tras el cierre definitivo del Acuario Municipal de la ciudad de Mendoza, que se convertirá en un centro de conservación de la biodiversidad.
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"Jorge es un animal que está detenido sin ningún motivo y queremos que vuelva al mar", dijo al diario Uno Oscar Mellado, uno de los abogados ambientalistas que en abril presentaron un habeas corpus en el Juzgado Penal Colegiado N°1 para exigir la liberación del tortugo marino, por tratarse de una persona no humana a la que se le está cercenando el derecho a la libertad.
Además, señaló que Jorge tiene problemas psicológicos por el encierro y que "se golpea la cabeza contra el vidrio, cuando el acuario estaba abierto, los chicos y la gente que lo iba a ver lo alteraban".
En 1984, el tortugo de la especie caretta caretta fue encontrado por unos pescadores en una playa de Bahía Blanca. La especie habita en aguas cálidas, por lo que en ese momento no se consideró conveniente devolverlo a las frías aguas en el Mar Argentino. Así fue llevado al Acuario Municipal de Mendoza en una caja de madera, pesando en ese momento 40 kg. Finalmente fue trasladado en 2006 a un estanque de 20.000 litros de aguamarina con 85 kg de peso.
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Cabandié anunció la creación de una Red Federal de Santuarios
El pedido de libertad del tortugo Jorge sucedió en el marco del anuncio del titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, de la creación de una Red Federal de Santuarios para impulsar el bienestar animal y adecuado manejo de ejemplares de fauna silvestre rescatados o decomisados en operativos por tráfico ilegal en todo el territorio nacional.
“Estamos llamando a una convocatoria en estos días. Detectamos santuarios que trabajan muy bien. Por ejemplo, uno en Córdoba y otro en Entre Ríos. Vamos a ayudar a construir el hábitat necesario para los ejemplares de la fauna silvestre”, adelantó el funcionario.
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En vistas de la conservación de la biodiversidad, la Red Federal de Centros de Rescate y Rehabilitación (RFCRR) estará integrada por organismos nacionales, provinciales y municipales, sumado a los centros de rescate y rehabilitación inscriptos ante el Registro Único de Operadores de Fauna Silvestre. Estará bajo la órbita de la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental, a cargo de Sergio Federovisky.
La finalidad de la Red será promover la cooperación regional para desmantelar las redes de tráfico de animales y recuperarlos de manera integral para que puedan eventualmente readaptarse al medio natural o a santuarios habilitados. En este sentido, se creará el Programa de Fortalecimiento de Centros de Rescate y Rehabilitación para capacitar a los integrantes de la Red.
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Por su parte, desde su creación en septiembre del año pasado, la Brigada de Control Ambiental realizó más de 60 operativos de inspección y fiscalización relacionados con el comercio ilegal de fauna silvestre, un mercado ilícito que a nivel mundial, se estima, mueve cerca de 20 mil millones de dólares al año. A tal efecto, se rescataron más de 600 ejemplares, de los cuales el 60% fueron aves.
“Cazar un tigre en nuestro país sale 15.000 dólares. En África sale 50.000 dólares. Entonces muchas veces se comete este tipo de delitos y hay cazas furtivas”, puntualizó el ministro Cabandié. Y lamentó: “Son animales que están dopados pero que sirven para esa posesión de los humanos de sentirnos dominantes sobre la fauna y sacarnos una foto con la cabeza de un león”.
CD/FL
