El 7 de diciembre de 1914, hace 107 años, nacía en Buenos Aires el cantante de tango y actor Alberto Castillo. Su estilo arrabalero, su modo de andar en el escenario y su complicidad con el público, además de su gran talento, lo convirtieron en un fenómeno popular del tango de los años 40 y 50.
Nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, Alberto Salvador De Lucca, como lo llamaron al nacer, debutó profesionalmente a los 15 años, cuando el guitarrista Armando Neira le propuso llevarlo a su grupo.
Se recibió de médico ginecólogo en la Universidad Nacional de La Plata. Ejerció la medicina por un tiempo, pero eventualmente la dejó para dedicarse completamente a la música.
Alberto Castillo, médico de señoras
Alberto Castillo ingresó en la Orquesta Típica Los Indios, dirigida por el pianista Ricardo Tanturi, y en 1941 publicaron su primer disco juntos. Tras el vals Recuerdos, la fama de Castillo despegó. Su consultorio ginecológico, durante el tiempo que continuó atendiendo, se llenó de mujeres que querían ser atendidas por el flamante cantante.
Castillo tenía un estilo único, no solo por su voz, sino también por su presentación ante el público. Los espectadores, que estaban acostumbrados a cantantes de tango vestidos de traje, prolijos y sobrios, se encontraron con uno que llevaba el cuello de la camisa desabrochado, la corbata desajustada, un pañuelo en el bolsillo del saco y ademanes muy marcados. Además, Castillo tenía un gran talento para escribir letras de canciones.
Con el tiempo, se inclinaría al candombe y dejaría atrás sus tiempos con Tanturi.
Los cien barrios de Castillo
Entre sus temas más conocidos se pueden encontrar Siga el baile y Los Cien Barrios Porteños (que le dio el apodo de “el cantor de los cien barrios porteños”). Pero la música no fue la única expresión artística en la que participó. Castillo actuó en varias películas, como Adiós Pampa mía, El tango vuelve a París y Por cuatro días locos.
Alberto Castillo falleció en 2002, a los 87 años. Sin embargo, uno de sus 11 nietos, Juan Pablo De Lucca, continuó con su legado de la música- aunque desde el piano. Juan Pablo se fue a vivir a Europa y armó un grupo, El Muro, con el que toca tango moderno.
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