El presidente Alberto Fernández se pronunció públicamente con respecto a los hechos de violencia ocurridos recientemente en Rosario, vinculados al narcotráfico, y anunció el envío de las Fuerzas Federales y el Ejército al lugar.
"En primer término, he dispuesto el refuerzo de las Fuerzas Federales hasta alcanzar en esta etapa los 1400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario. El Ministro Aníbal Fernández estará mañana en la ciudad poniendo en operaciones este refuerzo", anunció el mandatario.
A su vez, Fernández reconoció que las Fuerzas de Seguridad rosarinas son insuficientes para afrontar la situación y amplió: "En segundo lugar, he decidido que el Ejército Argentino, a través de su compañía de Ingenieros, participe en la urbanización de barrios populares, acelerando tareas pendientes de ejecución".
"Rosario nos necesita", sentenció el presidente y explicó que "los hechos y las imágenes de los últimos días dan cuenta de hasta dónde son capaces de llegar los delincuentes del crimen organizado con sus ilícitos propósitos". En este sentido, anunció que las nuevas medidas tienen "el objetivo central de desarticular estas organizaciones".
Asimismo, con respecto al envío del Ejército Argentino, remarcó que "son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia" y aseguró que "del modo ejemplar como actuaron en la pandemia y en los incendios, lo harán ahora con la misma honestidad, destreza y convicción en socorro de una ciudadanía que las necesita".
"No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado", advirtió el mandatario y continuó anunciando nuevas medidas, tales como la firma de un convenio con la Unidad de Información Financiera (UIF) para instalar una delegación en Rosario, para así "tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos".
En esta misma línea, también anunció la firma del Convenio de Colaboración y Cooperación Técnica del RENAPER, para validar más rápidamente las identidades a través del Sistema de Identificación Segura durante los operativos de seguridad, junto a la instalación de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial de última generación.
"El sistema carcelario extremará la custodia contra los reclusos que han sido condenados y pretenden desde la misma cárcel seguir controlando sus objetivos criminales", agregó y afirmó que "a quien resulte implicado con esas organizaciones, sea que lo haga activa o pasivamente, le caerá todo el peso de la ley".
En este sentido, Fernández sostuvo: "No aceptamos mezquindades ni especulaciones políticas. Rosario no merece vivir en la zozobra". Y añadió: "La manipulación informativa con el propósito del desgaste institucional y el juego político que
hacen quienes quieren sacar provecho de esta situación solo merecen el rechazo democrático".
"Vamos a hacer que Rosario recupere el orden y así su vida social en libertad y con seguridad, pero sobre todo vamos a hacer justicia, se lo debemos a las víctimas de las mafias y a los hijos de la ciudad. No permitiremos un solo acto de impunidad", aseguró.
En paralelo, el presidente reconoció que "enfrentamos un problema real, complejo y que anuda delitos de distinta escala y tipología", por lo que "se encara esta lucha con la determinación y la convicción que requiere" y "se trabaja de forma coordinada por una seguridad federal, preventiva e integral para todas y todos".
"Sabemos que Rosario ocupa un lugar neurálgico en nuestra geografía, que es un centro de rutas que conectan el país y que tiene uno de los puertos más grandes de la Argentina. Nada de todo esto puede ser usado en favor del crimen organizado para sus delitos", sostuvo.
Finalmente, el mandatario concluyó: "Rosario es mucho más que los problemas que hoy atraviesa y sabemos que va a salir adelante. Vamos a ponerle fin a la violencia criminal de sicarios mercaderes de la muerte".
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