El viaje de 48 horas a Bolivia del canciller Felipe Solá, acompañado por parte de la plana mayor de su ministerio y el embajador designado en aquel país, Ariel Basteiro, tuvo un fin político y una agenda específica. En cuanto a lo primero, se trataba de concluir el proceso de restablecimiento de vínculos plenos a nivel Estado-Estado que inició en octubre de 2020 con la restauración de la democracia en aquel país. Respecto a lo segundo, hay una agenda de intereses compartidos que comprende desde la administración de fronteras y el comercio hasta la desclasificación del Plan Cóndor y una estrategia conjunta para la explotación del litio, uno de los minerales más codiciados.
Durante gran parte de 2020, las relaciones entre Bolivia y Argentina se redujeron a los aspectos consulares esenciales así como al mínimo intercambio necesario en el plano jurídico y técnico económico, en cuestiones relativas al gas, específicamente. El Presidente Alberto Fernández siempre remarcó el carácter ilegal e ilegítimo del gobierno de facto de Jeanine Añez y, por tal motivo, evitó nombrar a un embajador al frente de la representación argentina en La Paz.
Durante gran parte de 2020, las relaciones bilaterales se redujeron a los aspectos consulares esenciales así como al mínimo intercambio necesario en el plano jurídico y técnico económico.
El triunfo del Movimiento al Socialismo en octubre del año pasado y la asunción de Luis Arce un mes después puso a los vínculos bilaterales otra vez en su cauce natural. La primera Reunión de Trabajo Argentina-Bolivia, el 8 de diciembre de 2020, en La Paz, con el subsecretario de Asuntos de América latina, Juan Valle Raleigh, marcó el principio de un largo proceso de reencuentro cuyo corolario constituyó esta visita de Solá. Aquel funcionario acompañó al canciller en este viaje al igual que el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.
Ayer, el canciller fue distinguido por el rol que asumió la Argentina frente a la crisis boliviana. "Nuestros hermanos argentinos tuvieron el valor de juzgar y condenar a los responsables de masacres en dictadura. Les llevó años, décadas y ese valor estuvo presente cuando, en escenarios internacionales, se expresó la voz de Solá. Valoramos, respetamos y agradecemos eso porque permitió que, en el mundo, no prevalezca la versión de la historia de los golpistas", lo saludó su par Rogelio Mayta Mayta.
La restauración de los vínculos plenos, ya de modo oficial con el desembarco de Basteiro en la embajada, va de la mano con una propuesta para un "Acuerdo General de Cooperación, Integración y Hermandad". En otras palabras, un marco de relacionamiento para la próxima década que traza objetivos de integración de mediano y largo plazo a lo largo de una multiplicidad de capítulos con dificultades diversas.
Quizás uno de los más ambiciosos es el que aspira a converger en una estrategia en común para la explotación del litio, a la que se podría incorporar a Chile. Después de todo, los tres vértices que encierran una de las mayores reservas de este mineral en el mundo, reposan sobre estas tres naciones. Y con Santiago también se ha conversado al respecto.
En lo referente al intercambio comercial, con una balanza deficitaria para la Argentina desde 2012, el Gobierno busca reactivar las ventas de carne al Altiplano, suspendidas desde 2014.
Para Bolivia, se trata de un recurso estratégico. También el gobierno de Fernández lo calificó en igual sentido. De movida, el acuerdo es para trabajar en la elaboración de un memorándum de entendimiento entre ambos países que busque delinear la mejor forma de explotar su riqueza. En los diálogos políticos se habló respecto a la opción de una empresa estatal o mixta, aunque de momento, no pasa de ello, de aproximaciones. Son muchos los países interesados en trabajar con este mineral: China, Japón, Rusia y Alemania son solo algunos de ellos.
"Creemos que, en Bolivia, hay una capacidad tecnológica importante y desarrollada en la extracción, y ambos países queremos una cooperación muy amplia de tipo tecnológica, que pueda derivar después en una producción conjunta", enfatizó Solá. “Vamos a debatirlo entre ambos países para ver cuáles son las reales posibilidades de industrializar el litio, de darle mucho mayor valor, en un mercado que emerge con una fuerza enorme”, deslizó el canciller.
El pretendido Acuerdo General de Cooperación, Integración y Hermandad se estructura también en torno obras de infraestructura, integración fronteriza, acuerdos para tránsito, cooperación en materia nuclear, espacial e industria para la defensa y hasta capítulos políticos relacionados con la cooperación en derechos humanos, género, medio ambiente y desarrollo social. Por supuesto, figura también un explícito respaldo a la Argentina y su reclamo soberano sobre las lslas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
En lo referente al intercambio comercial, con una balanza deficitaria para la Argentina desde 2012 producto de las importaciones energéticas, el Gobierno busca avanzar en la reactivación de las ventas de carne al Altiplano, suspendidas desde 2014. Ligado a eso, se conversó respecto a la habilitación y rehabilitación de establecimientos cárnicos bovinos, porcinos, aviares y establecimientos industrializadores, así como el interés en colocar cámaras frigoríficas en aquel país.
El acuerdo es para trabajar en la elaboración de un memorándum de entendimiento que busque delinear la mejor forma de explotar el litio. Se piensa en una empresa estatal o mixta,
También se propuso exportar know how agropecuario y vehículos pick ups para ampliar la oferta exportadora que hoy se reduce a productos de molinería, químicos, cereales, plásticos y artefactos mecánicos. Otro item que se negoció fueron los recursos médicos: el gobierno de Arce agradeció al aprovisionamiento de medicamentos, en plena pandemia, desde la Argentina. En particular, el envío de oxígeno para diferentes regiones bolivianas.
Del lado boliviano, uno de los pedidos fundamentales es que la Argentina excluya al país de su listado de "jurisdicciones no cooperantes" en materia de intercambio de información tributaria. Se trata de un listado de la AFIP, publicado en base al decreto reglamentario 862/19, de diciembre de 2019. Incluye los destinos con los cuales el Estado argentino no intercambia información porque no cuenta con un acuerdo de por medio o, si existe, no se aplica.
Luego hay un capítulo vinculado a los Derechos Humanos, con el consenso para avanzar en la suscripción de un Memorándum de Entendimiento para el intercambio de información sobre las violaciones cometidas en el marco del Plan Cóndor. Basta recordar que uno de los presidentes históricos de Bolivia, el general Juan José Torres —gobernó entre 1970 y 1971 y escapó hacia este lado de la frontera al ser derrocado— fue asesinado en junio de 1976 en la Provincia de Buenos Aires, donde vivía exiliado.
Por último, la declaración conjunta entre ambos cancilleres recogió la voluntad argentina de impulsar el ingreso de Bolivia al Mercosur —hoy solo resta la aprobación del Congreso brasileño— y, en este sentido, construir obras concretas de integración como el establecimiento de un mecanismo bilateral para discutir temas fluviales y de navegación a propósito de la posibilidad de abrir un puerto de aquel país a través de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Es una vieja deuda argentina ya que la actual zona franca se encuentra inoperativa. Casualidad, o no tanto, la misma oferta le trasladó Montevideo a Asunción.
Del lado boliviano, uno de los pedidos fundamentales es que la Argentina excluya al país de su listado de "jurisdicciones no cooperantes" en materia de intercambio de información tributaria
Vinculado a esto, la gestión de la frontera compartida forma parte de estas conversaciones Estado-Estado desde distintas aristas, tal como recoge el documento final del viaje: trabajar en la regularización del tránsito entre países, sobre todo en las localidades fronterizas, a través de un Acuerdo de Homologación de Pasos; mejorar la situación de aislamiento en la localidad argentina de Los Toldos, a la que solo se puede acceder a través del país vecino y abrir un nuevo paso en Ciénaga de Paicone-Río Mojón.
También apunta a avanzar en el reconocimiento recíproco de competencias en los cruces ya establecidos de Aguas Blancas-Bermejo, Puerto Chalanas-Puerto Bermejo y Salvador Mazza-Yacuiba de forma tal de aliviar la carga burocrática.