Site Intelligence group, el organismo estadounidense no gubernamental que rastrea terroristas activos desde sus oficinas de inteligencia en Maryland desmiente que el enemigo islamita número uno de Estados Unidos haya muerto.
Jalid Batarfi, el líder de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), que también responde al nombre de Abu Miqdad el Kindi, seguiría libre a pesar de que las Naciones Unidas había afirmado, a comienzos de febrero, que estaba detenido, aunque nunca se dio a conocer dónde.
Para probarlo, Site Intelligence publicó un video bastante actual en el que el líder islamita amenaza a Estados Unidos.
En ese material audiovisual de 20 minutos, que no está fechado, Batarfi habla de temas actuales y menciona el ataque al Capitolio de Washington que, en enero pasado, perpetraron los seguidores y fanáticos de Donald Trump.
Casi regodeándose del bochorno institucional de entonces, Batarfi señaló con toda la calma del mundo que ese episodio “solo es la punta del iceberg de lo que espera a Estados Unidos”.
Batarfí comentó los desmanes de los partidarios de Donald Trump en el Capitolio de Washington y dijo que es sólo el comienzo de lo que le espera a Estados Unidos
En febrero, Naciones Unidas difundió en un comunicado que Batarfi había sido apresado y que su número dos, Saad Atef el Aulaqi, había fallecido durante la misma operación, en octubre pasado.
Site Intelligence Group, dirigido en este momento por una experta israelí, Rita Katz, opina que el video es auténtico y además hizo público que sus informantes secretos -dos jefes tribales- confirmaron que Batarfí está vivo y oculto.
El grupo yihadista AQPA nació en 2009, como la fusión de una rama terrorista yemení y otra saudita, ambas de Al Qaeda.
Para Estados Unidos es el enemigo más temido, por su peligrosidad. Fueron quienes reivindicaron el ataque de 2015 al semanario periodístico francés Charlie Hebdo, que fue repudiado internacionalmente y responsables también del tiroteo contra la base aeronaval estadounidense en Florida en 2019, que dejó tres muertos.
AQPA, que se opone al gobierno de Hadi (respaldado por Washington), a los suníes del Estado Islámico y al grupo chiita Houthi, aprovechó la guerra civil en Yemen, para afianzar posiciones en el sur y sudeste de ese país. La Casa Blanca ordenó ataques con drones contra varios miembros de AQAP que, en junio de 2015 asesinaron a su líder Nasir al-Wuhayshi. Fue entonces cuando Occidente vio por primera vez el rostro de Jalid Batarfi, ya que él mismo grabó un video mirando a cámara para difundir la noticia.
Según algunos analistas, la red ha perdido influencia, pero dar crédito a esta afirmación es desconocer la increíble paciencia que tiene tras de sí cada uno de sus ataques.
Joe Biden acaba de asumir y ya pidió a su consejero de Seguridad Nacional que el ejército estadounidense continúe con sus operaciones selectivas contra AQPA en Yemen.
Dos jefes tribales de la región Al Bayda sostienen que es muy probable que la persona detenida sea otro miembro de la red yihadista, no Batarfi, líder supremo desde hace exactamente un año, cuando asumió la regencia de la organización al morir Qasem al Rimi en los bombardeos americanos sobre Yemen.