El mundo cumple 12 meses de pandemia de coronavirus, el SARS-CoV-2 que hasta este jueves 11 de marzo de 2021 ya dejó 118.318.924 casos en todo el planeta. Se aceptó desde el comienzo que la cepa del virus se propagó desde la ciudad china Wuhan, en diciembre 2019.
La Organización Mundial de la Salud demoró cuatro meses en decretar la pandemia mundial, el 11 de marzo del año pasado. Desde entonces, 255 países y territorios del planeta se mancharon con dolor y sangre. En octubre pasado, la OMS evaluaba que el 10% (780 millones) de la población mundial ya se ha enfermado.
Desde hace meses, Estados Unidos lidera la cantidad de contagios totales acumulados (29.172.422), sin embargo hoy aplica 3 millones de vacunas por día y esa tendencia preocupante se está revirtiendo. En cantidad de infectados, a la fecha, le siguen India, Brasil, Rusia, Gran Bretaña y Francia.
Veranito argentino
Gracias al esfuerzo de todos, Argentina dejó de estar entre los primeros puestos, pero ahora atraviesa un “veranito” engañoso. A la fecha, suma 2.169.694 contagios en total desde su primer caso cero.
Hoy, los argentinos atravesamos el 41% del pico de nuestra peor curva de contagios a la fecha, que se registró el 21 de octubre pasado, con 18.326 nuevos casos en un solo día.
Brasil sobrepasó los 11 millones de casos en un año y lamentablemente se encamina hacia el segundo puesto mundial, tras EE.UU. En la región, la comunidad internacional sigue a diario las noticias sanitarias en Colombia, México y Perú; alzan las cejas con preocupación. Uruguay, Paraguay, Jamaica e incluso Chile registraron más casos en las últimas tres semanas.
Sin embargo, Chile nos dio el lunes la buena noticia de la semana: con un promedio de 1,08 cada 100 mil habitantes, lidera el ranking mundial de velocidad de inoculación, habiendo aventajado a Israel, que el mundo entero aplaudía como modelo tecnológico y sanitario a seguir.
Nuestro país tuvo la cuarentena más larga del mundo y siguió al pie de la letra las recomendaciones de la OMS. Con eso, logramos atravesar la que hasta ahora fue nuestra peor tormenta sin el colapso real del sistema sanitario. Sin embargo, algunas semanas nos acercamos peligrosamente al top mundial de infectados y muertes diarias por millón de habitantes.
El encierro prolongado, estricto y asfixiante (Aislamiento Social de 232 días), la mala alimentación, la precarización económica, la prohibición de hacer actividad física en espacios abiertos, y la nula socialización de niños, adolescentes, adultos y mayores llevó a muchos a la depresión y el colapso inmunológico.
Los argentinos vivimos 232 días de aislamiento social, la cuarentena más prolongada del mundo; ¿sirvió?
Hubo testeos, pero fueron muy insuficientes. También hubo rastreos, pero llegaron tarde y no impidieron que los primeros en caer fueran los barrios más vulnerables, con escasez de agua corriente y de todo lo necesario para ganarle la batalla al virus invisible. A pesar de todo, y sobre todo como pudimos, llevamos un año conviviendo con el enemigo.
Ni aquí ni en ninguna parte del mundo aún se puede cantar victoria. Las campañas de vacunación son un alivio y acercan a las comunidades hacia la tan deseada inmunidad de rebaño.
Sin embargo, parece que todavía queda mucho camino por recorrer.
MM
