Se rechazó el pedido de probation que había solicitado el imputado del cuádruple homicidio ocasionado en la tragedia de Lobos. El siniestro vial ocurrió el 10 de noviembre de 2018 cuando un hombre con 1,8 grados de alcohol en sangre cruzó de carril y chocó de frente contra una Partner donde viajaban cinco jóvenes, desde Chubut hacia Buenos Aires, para asistir a la final de la Copa Libertadores de ese año. El único sobreviviente habló con PERFIL sobre el pedido del inicio del juicio oral y su búsqueda de justicia.
“Nosotros somos optimistas, pero tenemos que ver el pedido oficial en el que se niega la probation. Recién cuando la judicatura emita la resolución, vamos a sentir que este viaje valió la pena, porque viste cómo es la Justicia argentina”, reflexionó Luciano Virgili, único sobreviviente del siniestro vial, quien espera se logre encarcelar al hombre que ofreció cinco millones de pesos y 400 horas de tareas comunitarias para resarcir su crimen.
En la audiencia realizada este martes por la mañana en el Juzgado de Garantías nº 7 de Saladillo, parece haberse dado un paso hacia el enjuiciamiento. Allí estuvieron presentes Virgili, familiares de los jóvenes fallecidos y el imputado, llamado Francisco Lucesole. Se lo acusa de cuádruple homicidio culposo agravado y lesiones gravísimas agravadas, un delito que, a pesar de los factores del alcohol y la multiplicidad de muertes, contempla una pena máxima de seis años.
Murieron cuatro socios de Boca en un choque
Sobre la audiencia, que Virgili definió como “bastante dura”, comentó que, además de ofrecerles el arreglo por cinco millones, presenciaron una negociación que culminó en duplicar el monto, que rechazaron. La única resolución que esperan es el juicio y la encarcelación de Lucesole.
“La probation (libertad condicional) es una herramienta legal que tienen los imputados. Hoy nos aclararon que no es un beneficio, sino que está dentro de sus derechos. Las herramientas legales siempre están del lado de los imputados”, dijo el sobreviviente.
Además de Luciano Virgili, que tenía 26 años al momento del accidente, viajaban rumbo a la Bombonera a alentar a Boca Juniors en el superclásico Malcom Vittón (33), Sebastián Berra (31), César Ezequiel Jones (31) y Franco Silvestri (26). Tres de ellos murieron en el acto y, el cuarto, camino al hospital.
Luciano Virgili: el sobreviviente
“El siniestro fue el 10 de noviembre del 2018 y recién la elevación a juicio se determinó el año pasado. En abril salió lo de la probation y ahora estamos con ese tema. El año pasado estuvo todo muy estancado, la causa se estuvo por cajonear. Yo vine a prestar declaración testimonial en el 2019 y la causa no estaba, cuando viajo desde Chubut, a 1300 kilómetros. Yo no tengo drama, si tengo que venir diez veces por mes a hacer esto, lo hago porque la vamos a pelear, por los chicos. Pero es una locura que no me hayan esperado con la causa. Así, hay un montón de episodios donde uno lamenta la falta de empatía”, relató el sobreviviente.
Sin embargo, no cree que su proceso sea anormal o que esté mal encauzado. “Tenemos mucha expectativa porque la jueza, Dra. Patricia Noemí Altamiranda, quería ir directamente a juicio oral y la fiscal, Patricia Ortel, retrocedió con su pedido de libertad condicional”, relató Virgili, optimista. El abogado de la querella, Natalio Nicodemo, especialista en Derecho Penal, está atento a la emisión de la resolución que confirme la negativa al pedido de probation.
En cuanto a su salud, Virgili relató que ya está “de diez, o de nueve”. En el momento del choque, que ocurrió a las 8.40 de la mañana en el kilómetro 108 de la Ruta Nacional 205, bajo una lluvia torrencial que provocó la postergación del partido que viajaban a ver, se encontraba dormido.
“Trabajo en la Policía Aeroportuaria y ese día había estado 12 horas de guardia. Para las cinco de la mañana ya llevaba 24 horas despierto”, recuerda. “Sobre el choque, no tengo idea”, se sinceró Virgili, quien se despertó recién doce días después, el 22 de noviembre en el hospital de Lobos.
“Cuando me desperté no entendía nada, no sé cuáles fueron los factores que hicieron que yo sobreviva”, relató a Perfil. “Estuvo la gente indicada en el momento justo”, afirma sobre el equipo médico policial que lo encontró inconsciente luego del choque. Cuando despertó, Virgili creyó que sus amigos estaban internados también y recién le informaron lo ocurrido un mes después, cuando ya estaba en mejores condiciones físicas y psicológicas.
El joven sufrió, entre otras heridas, una fractura de pelvis que le llevó una recuperación de cinco meses. Tuvo que aprender a caminar de nuevo, junto a una rehabilitación muscular en las piernas por haber estado postrado tanto tiempo. “Son unos cracks”, dice sobre el equipo de traumatología que lo asistió durante su estadía en el hospital Italiano, transferido desde el de Lobos.
El testimonio de un hombre que perdió a su hijo
Carlos Silvestri, el papá de Franco, el muchacho de 26 años que falleció camino al hospital, dice que el proceso judicial es “una colisión de sensaciones”. Si bien también es optimista respecto a los avances logrados en la audiencia de este martes, describe que dar su testimonio frente a una instancia que busca darle libertad condicional al hombre que le quitó la vida a su único hijo “es agraviante, revictimizante y gravoso desde lo emocional”. También cree que la negociación que llegó a duplicar el monto de cinco a diez millones para reparar el daño ocasionado fue “horrible”.
Sobre las posibilidades en su futuro, analizó: “En un escenario de máximas, la jueza le da acuso al expediente para que le pongan fecha al juicio oral y la defensa del imputado no apela. Pero todavía puede correr un poco de agua bajo el puente. Tenemos que estar a la defensiva. Aprendí que cuando creés que las cosas vienen para tu lado, en un momento se cambia de rumbo. Ya nos pasó: el expediente estaba para que nos den fecha de juicio y resulta que saltaron con el tema de la probation. Por eso todavía no festejo nada”, afirmó.
Carlos Silvestri no busca justicia, porque no cree que el sistema argentino esté capacitado para brindarla.
“En un escenario de mínima, la defensa del imputado apela el rechazo a la probation, con el único motivo de extender los tiempos, o va directo por el pedido de juicio abreviado”, continuó. “Un juicio abreviado consiste en que se reconozcan sus responsabilidades como culpable, para que le den la mínima, que es de tres años y en suspenso, con inhabilitación por cierto tiempo para conducir. Así el tipo queda culpable, pero libre, porque tres años no requieren que quede detenido. Nosotros, por supuesto, nos oponemos a cualquier recurso de oportunidad que sea para favorecer al imputado”.
Carlos Silvestri no busca justicia, porque no cree que el sistema argentino esté capacitado para brindarla: “Acá mataron a cuatro chicos y le van a dar, máximo, seis años. Es un Código Penal bizarro, descompensado. Establece para un homicidio culposo, máximo, seis años. Para que te den el máximo tenés que tener por lo menos cuatro agravantes, nosotros tenemos dos: la multiplicidad de víctimas fatales y el alcohol en sangre. Seis años no le van a dar”, se lamenta.
“Lo máximo que le van a dar a este pibe son cuatro años. Después empiezan con el buen comportamiento, el curso de bonsái, con leer la biblia y terminan saliendo a los dos años y medio”, ironizó. Carlos Silvestri afirma que el Código Penal argentino protege mejor a la propiedad privada que a la vida de las personas: “Si vos cortás un alambre y robás una cabeza de ganado te van a dar hasta diez años”, comparó.
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Cómo vivir con la ausencia
El hombre originario de Capital Federal, vecino de Trelew desde hace 35 años, espera que Francisco Lucesole, quien manejaba con 1,8 grados de alcohol en sangre una camioneta Hilux, vaya preso “al menos un tiempo, para saber que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance”. Además, explicó que si bien la madre de su hijo siente ira hacia el imputado, él “no siente nada” porque no quiere cargarse de odio.
“Esa indiferencia sentí cuando este martes lo vi ahí sentado, golpeando el suelo con los pies y mirando con carita de desesperado. No me causó ninguna sensación. Nada. Lo único que quiero es que, al menos, le quiten la libertad. A mí me quitaron a mi hijo. Que sepa lo que es estar preso, el tiempo que le corresponda”, dijo Carlos Silvestri.
Un periodista fue a cubrir un accidente y en el lugar se enteró de que la víctima fatal era su hijo
Al ser consultado por el proceso de duelo que atraviesa desde hace cuatro años y medio, el hombre dijo lo evidente y más terrible: “fueron durísimos porque nadie está preparado en la vida para perder a un hijo”. Franco, además, era hijo único y, apenas una semana antes del viaje donde falleció, había festejado junto a sus seres queridos en una chacra haber aprobado su último examen de Derecho Internacional Privado, recibiéndose de abogado.
“Todas nuestras proyecciones lo incluían. Mi mujer se jubiló haciendo cálculos respecto a la recibida de Franco para disfrutar de su vida, su carrera y sus logros”, repasó su padre, quien también relató el momento en el que se enteró de la pérdida.
Franco viajaba inicialmente con Carlos, quien ya estaba en Buenos Aires cuando supo del choque. “Se baja de mi auto y se sube al de los amigos. Cuando llego a Buenos Aires, me entero de que había habido un siniestro donde perdieron la vida cuatro chicos, pero nunca me imaginé que era el mío. Un periodista amigo llamó para darme el pésame y yo no entendía nada. A partir de ahí, todo fue un calvario, todo fue dolor, desesperación”.
El papá de Franco reconoce que a veces le cuesta levantarse porque no encuentra la motivación, “pero mi vida ahora pasa por la promesa que le hice a la memoria de Franco. No solamente para conseguir algo de paz, sino para modificar lo que pueda”, relató el hombre, quien desde entonces no ha dejado de luchar por la justicia en casos de siniestros viales.
Conformó, junto a Federico Labaen, la Mesa Chubutense de Víctimas Viales hace dos años, donde trabajan con otras organizaciones —como la Asociación Madres del Dolor y la campaña Estrellas Amarillas— en todos los siniestros viales de Chubut y el resto del país. También participaron de las exposiciones en el Senado por el proyecto de ley “Alcohol Cero al volante”.
Carlos Silvestri, además, es el presidente de la peña de Boca Juniors en Trelew, de la que también participa Luciano Virgili. “Yo lo conocí de chiquito, conoció la cancha de Boca hace no menos de quince años, cuando lo llevamos nosotros en un viaje. Ahí se hizo enfermo de Boca y nos acompaña a todos lados”, dijo el hombre que ahora viaja a las audiencias por su hijo junto al joven sobreviviente, amigo íntimo de Franco.
"Necesito transformar el dolor en combustible, en energía que me permita hacer algo por los demás"
Carlos pelea para que la gente que padece la misma tragedia que atravesó el “sepa qué tiene que hacer. Yo tenía cuatro chicos muertos, estaba a 200 kilómetros, en Buenos Aires, tenía que viajar a retirarlos y no sabía si llamar a un abogado o a quién”, relató.
“Por eso nuestra participación en la Mesa, por eso voy al Congreso y me peleo con los diputados, voy a las comisiones de Transporte, representando a toda la Patagonia. Por eso estamos trabajando en toda la provincia, defendiendo un audiovisual del INCAA llamado Historias de alcohol al volante: porque necesito transformar el dolor en combustible, en energía que me permita hacer algo por los demás”.
Los avances recientes y el apoyo de una comunidad
El Juzgado de Garantías que analizaba el pedido de probation que había solicitado el imputado recibió, una semana antes de la audiencia, innumerables notas formales de distintas organizaciones sociales, pidiendo su rechazo. La Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Observatorio de Víctimas de Delitos de la Cámara de Diputados de la Nación, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el centro de estudiantes de Ciencias Jurídicas son algunas de las instituciones que apoyaron a las familias víctimas de la tragedia de Lobos.
“Todos los presidentes de peña de Boca del país estuvieron enviándome mensajes de apoyo”, reconoció Carlos Silvestri, quien también se mostró agradecido con todos los medios de comunicación chubutenses, que divulgan los avances de la causa.
Asimismo, las familias de la tragedia de Lobos acaban de recibir otra necesaria señal de apoyo. En una prueba testimonial de la causa, se había nombrado a una mujer que, al presenciar el choque sobre la Ruta Nacional 205, descendió de su auto para asistir a los jóvenes heridos. Sin embargo, no la habían podido localizar.
“Ella le cortó el cinturón de seguridad al conductor del vehículo, lo contuvo, lo abrazó hasta el último momento, sin saber si finalmente había fallecido o no. Lamentablemente era Ezequiel Jones, quien sí falleció. Después había otro joven atrás que pedía por la mamá y terminó falleciendo también, que era Sebastián Berra. Ella vino hoy al departamento que alquilamos en Saladillo, diciendo que tiene toda la intención de ser testigo ocular en el juicio. Se presentó sola cuando vio las noticias y me contactó”, informó emocionado Silvestri este martes.
Finalmente, en entrevista con Perfil, el hombre comentó que la semana pasada acompañaron un borrador de proyecto que se presentó en el Senado, que busca modificar el Código Penal en cuanto a los agravantes en las penas que se otorgan en casos de siniestros viales. “Ojalá antes de fin de año, el delito culposo tenga una máxima de 12 años, una mínima de 4 y hasta 8 con pocos agravantes, y desaparezca la probation. Así daríamos un pasito más”, proyectó.
ff