Tras la publicación de la columna "Los que sobran", escrita por Andrés Reggiani y compartida el pasado 2 de marzo en PERFIL, el Museo del Holocausto y el Centro de Estudiantes de la Universidad Torcuato Di Tella se pronunciaron al respecto y repudiaron el escrito.
La columna en cuestión sostiene que "detrás de la ferocidad del ajuste se podría ver el comienzo de una política de descarte social" y realiza un presunto paralelismo entre programa de eutanasia nazi, Aktion-T4, con algunas de las políticas tomadas por el Gobierno nacional.
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"Las noticias que casi a diario describen las condiciones a las que han sucumbido los sectores más vulnerables, hacen sospechar que lo que a primera vista parecería ser un acto de negligencia inhumana podría llegar a ser el primer escalón hacia un plan de 'limpieza social' de una política de descarte de aquellos a quienes se percibe como una 'carga' improductiva e inútil", manifestó Reggiani.
Aquel plan, según detalló el autor, se inició oficialmente luego de que Hitler lo autorizara en octubre de 1939, tras la invasión de Polonia, y continuaron hasta el fin de la guerra. El mismo designaba a menores de edad a los que se les aplicaría el "tratamiento" (eutanasia) no por motivos raciales sino de orden económico y "sentimental".
"Una muerte 'piadosa' que ahorrase al paciente y su familia un sufrimiento de por vida", justificaban los médicos involucrados, ya que los niños seleccionados eran considerados "bocas inútiles" que sustraían recursos indispensables en un momento crítico para Alemania.
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Si bien, aclaró que "las objeciones a tildar al gobierno actual de fascista tienen algo de razón", el autor añadió: "En una Argentina hundida en una de sus peores crisis, con millones de personas sumidas en la pobreza y la indigencia producto de decisiones políticas, vuelven a ponerse de moda las retóricas del descarte social".
"Aunque hoy no hay un partido militarizado o una dictadura que monopoliza el poder, y tampoco, así parece hasta ahora, un 'programa', sí hay un clima de época azuzado por discursos que demonizan a vastos sectores cuya única culpa es carecer, por su condición social, de los recursos para contribuir activa y productivamente a la sociedad", amplió.
La respuesta del Museo del Holocausto y el Centro de Estudiantes de Di Tella
"El Museo del Holocausto de Buenos Aires expresa su conmoción por una nota en el diario Perfil del pasado 2 de marzo, en la cual se asemeja la política de exterminio de personas con discapacidad del programa T4, con políticas tomadas por el gobierno actual", analizó la entidad.
Al respecto, el museo reiteró su llamado a "evitar comparaciones banalizadas y a actuar con responsabilidad a la ahora de abordar temáticas tan sensibles" y sostuvo que cuentan con una sección destinada a la crueldad del proyecto mencionado, que derivó en el "exterminio sistemático de 250 mil personas con discapacidad".
Desde el Centro de Estudiantes de la Universidad Torcuato Di Tella (CEDIT), donde Reggiani se desempeña como profesor investigador del Departamento de Estudios Históricos y Sociales, rechazaron la comparación, a la cual calificaron como "grotesca".
"Este tipo de declaraciones, provenientes de representantes de la administración académica, no solo dañan la reputación de nuestra institución, sino que también banalizan uno de los períodos más oscuros de la historia mundial", expresaron y afirmaron: "Estas acciones están en el polo opuesto de los valores de imparcialidad y tolerancia".
Al respecto, señalaron que declaraciones como las del docente "propagan el miedo a expresarse y es de una irresponsabilidad institucional inmensurable".
"Como estudiantes, lamentamos profundamente que el prestigio de nuestra universidad se vea manchado por declaraciones como estas. Exhortamos a la institución a reconsiderar su respaldo a las mismas. Los profesores son siempre libres de opinar lo que consideren correcto, pero la posición institucional que se ha tomado es inaceptable", concluyeron.
AS. CP
