Venus puede tener fotosíntesis durante las 24 hs y, además, vida microbiana. A estas conclusiones arriba un esperanzador estudio realizado por Rakesh Mogul, profesor de bioquímica en la California State Polytechnic University (CalPoly Pomona), y autor principal de un estudio publicado en Astrobiology.
Este trabajo analizó la idoneidad de las nubes de Venus y deja abierta una posibilidad al desarrollo de circunstancias propicias para la vida.
La luz solar que se filtra a través de las nubes de Venus podría apoyar la fotosíntesis, similar a la que sucede en la Tierra en las capas de nubes.
Este trabajo da un giro fascinante a lo que se sabía hasta ahora. Los científicos descubrieron que la fotosíntesis puede continuar durante la noche debido a la energía térmica o infrarroja que se origina en la superficie y la atmósfera. En este hábitat, la energía de la luz estaría disponible tanto por encima como por debajo de las nubes, lo que podría proporcionar a los microorganismos fotosintéticos amplias oportunidades para diversificarse a través de las capas de nubes.
Tanto la radiación solar como la térmica en las nubes de Venus poseen longitudes de onda de luz que pueden ser absorbidas por los pigmentos fotosintéticos que se encuentran en la Tierra.
Pasado en limpio: En Venus no sólo todo está dado para que haya fotosíntesis, sino también hay condiciones químicas potencialmente susceptibles al crecimiento de microorganismos. Puede haber vida.
Fotosíntesis todo el día
Según Mogul y su equipo, la fotosíntesis podría ocurrir las 24 horas del día en las nubes de Venus y las nubes medias y bajas reciben energía solar similar a la superficie de la Tierra. Como en la Tierra, los fotótrofos hipotéticos en las nubes de Venus tendrían acceso a la energía solar durante el día.
El estudio también encontró que después de filtrarse a través de la atmósfera de Venus, la dispersión y la absorción eliminan la luz solar de gran parte de la radiación ultravioleta (UV) que es dañina para la vida, proporcionando un beneficio como la capa de ozono de la Tierra.
Vida en Venus
Yeon Joo Lee, coautor del estudio, usó un modelo de transferencia radiativa para mostrar que las capas de nubes medias e inferiores actuales sobre Venus reciben significativamente menos UV, 80-90% menos de flujo en el UV-A en comparación con la superficie de la Tierra, y están esencialmente empobrecidos de radiación en los rayos UV-B y UV-C, que representan los componentes más dañinos de los rayos ultravioleta.
Por otra parte, los flujos de fotones de la atmósfera y la superficie de Venus son superiores a los que se registran en espacios de poca luz en el planeta Tierra.
Para medir el potencial fotosintético nocturno de Venus, a través de la energía térmica, el equipo dirigido por Mogul comparó los flujos de fotones que se elevan desde la atmósfera caliente y la superficie de Venus con los flujos de fotones medidos dentro de los hábitats fototróficos de poca luz en la Tierra: respiraderos hidrotermales en el East Pacific Rise, donde se informa que las emisiones geotérmicas apoyan la fototrofia a profundidades de 2.400 metros, y el Mar Negro, donde los fotótrofos alimentados por energía solar se encuentran a profundidades de 120 metros.
El trabajo de Mogul y equipo se opone a las conclusiones que a mitad de este año arrojaron un estudio del microbiologista John Hallsworth, quien concluyó que las nubes de Venus eran demasiado secas para albergar vida terrestre.
Para Rakesh Mogul, las nubes de Venus podrían estar compuestas en parte de formas neutralizadas de ácido sulfúrico, como el bisulfato de amonio. Estas condiciones químicas exhibirían actividades de agua dramáticamente más altas en comparación con los cálculos de Hallsworth y acidez mucho más baja en comparación con los modelos actuales para Venus.
"Nuestro estudio proporciona un apoyo tangible para el potencial de fototrofia y/o quimiotrofia por microorganismos en las nubes de Venus", sostuvo el bioquímico Mogul en un comunicado. "Los niveles de acidez y actividad del agua se encuentran potencialmente dentro de un rango aceptable para el crecimiento microbiano en la Tierra, mientras que la iluminación constante con rayos UV limitados sugiere que las nubes de Venus podrían ser acogedoras para la vida. Creemos que las nubes de Venus serían un gran objetivo para la habitabilidad o misiones de detección de vida, como las que se planean actualmente para Marte".