Hace 159 años, más precisamente el 29 de marzo de 1865, el gobierno de Paraguay le declaró la guerra a Argentina. No obstante, el conflicto se originó a fines del año anterior, cuando el mariscal Francisco Solano López, presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno de Uruguay, ejercido por el Partido Blanco.
En ese contexto, López le advirtió tanto a Argentina como a Brasil que consideraría cualquier agresión a Uruguay como “atentado del equilibrio de los Estados del Plata”.
Sin embargo, Brasil tenía mucho interés en la banda oriental, por lo que envió tropas a invadirlo en octubre de 1864 en apoyo al Partido Colorado, opositor al gobierno local.
En represalia, Paraguay se apoderó de un buque mercante brasileño y secuestró al gobernador de Mato Grosso, dando inicio a la guerra entre ambos países.
Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para atravesar territorio argentino rumbo a Uruguay con sus tropas, pero la solicitud fue rechazada.
Argentina no quiso abandonar su posición de neutral y mantenía afinidad con el Partido Colorado de Uruguay.
En respuesta, el 18 de marzo de 1865 el Congreso de Paraguay autorizó al presidente López a declarar la guerra a Argentina, quien publicó el 29 del mismo mes los motivos por los cuales se tomó la decisión.
El intento del presidente de Paraguay de sostener al Partido Blanco en el gobierno uruguayo fue tardío: ya se había producido su caída como consecuencia de la derrota en la batalla de Paysandú.
La contienda más mortífera de Sudamérica, con casi medio millón de muertos
Para intentar revertir la situación, las tropas paraguayas ocuparon la ciudad argentina de Corrientes en abril, forzando a la Argentina a entrar en el conflicto bélico.
Con excepción de Buenos Aires y Rosario, la entrada de Argentina en el conflicto fue rechazada por la población, al punto tal de que gran parte de quienes integraron las tropas lo hicieron de manera forzosa.
La guerra culminó en 1870 con la derrota de Paraguay, que tuvo graves consecuencias sobre todo en términos demográficos.
Con casi medio millón de caídos, fue la guerra más mortífera en la historia de Sudamérica.
Fuente: Radio Perfil
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