Entre el Palacio de Tribunales de Dolores y la Unidad Penitenciaria Nº 6 hay apenas nueve cuadras. Los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa (18) hablaron este jueves 26 de enero en la última audiencia del juicio y regresaron a sus celdas en poco menos de diez minutos. Dos móviles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), dispuestos exclusivamente para su traslado, los llevaron esposados hasta el penal de la calle Riobamba, entre Alberdi y Alem.
Según fuentes penitenciarias, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) están alojados en un pabellón especial del penal, aislados del resto de la población carcelaria. Desde que fueron apresados en Villa Gesell, en enero de 2020, mantienen ese mismo régimen por una estricta cuestión de seguridad.
Los ocho ocupan cuatro celdas que tienen una cama cucheta y un inodoro cada una, un lujo en comparación con el resto de los pabellones donde hay entre 35 y 36 detenidos por sector, y en algunos casos hasta comparten mantas y colchones.
La cárcel de Dolores, donde hace 26 años estuvo preso Guillermo Cóppola y entre sus visitas célebres recibió a Diego Armando Maradona, es una de las más antiguas del SPB: fue inaugurada el 27 de enero de 1877, aunque en 1810 ya funcionaba como un “depósito de prisioneros”. También es una de las más deterioradas. En la actualidad aloja a 385 detenidos, aunque hace un par de años había cerca de mil internos.
En esta unidad, los detenidos pueden practicar fútbol y hasta rugby; realizar cursos de primeros auxilios, decoración o peluquería. Sin embargo, los rugbiers que están siendo juzgados tienen una agenda distinta: apenas pueden salir al patio para caminar y hacer algo de ejercicio.
Desde la audiencia del jueves pasado no volvieron a ver a sus familiares. Recién este miércoles 1° de febrero, cinco días antes de la sentencia, podrán volver a recibir visitas. Mientras tanto se mantienen comunicados e informados con sus teléfonos celulares, pese a que el fin de semana pasado a dos de los acusados se los sacaron porque supuestamente interactuaron con una cuenta social de apoyo.
Horas antes de iniciarse los alegatos de la fiscalía y la querella, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) informó acerca del secuestro de los aparatos de Enzo Comelli y Blas Cinalli.
Los voceros dijeron que advirtieron una presunta interacción de los acusados con cuentas que los apoyan en Instagram, aunque aclararon que “no se pudo comprobar que los posteos hayan salido de esos celulares”.
Estos grupos de apoyo fueron creados hace casi tres años, en el inicio de la investigación judicial. Muchas cuentas estuvieron inactivas en los últimos meses, y se reactivaron durante el juicio oral. El principal objetivo pasa por instalar una teoría conspirativa y la versión de la pelea que expuso la defensa de los rugbiers en el debate y especialmente en el alegato del jueves pasado.
En la última audiencia del juicio, los acusados le pidieron perdón a la familia de Fernando Báez Sosa y coincidieron al decir que no tuvieron intención de matar. Fue una suerte de súplica antes del veredicto del lunes 6 de febrero.
De los ocho, el único que se quebró fue Máximo Thomsen. Curiosamente es el más comprometido por las pruebas y señalado como el autor de la patada mortal. “Primero que nada pedir disculpas a la familia. Y todas las personas afectadas. Jamás pensé que algo así podría llegar a pasar. Me lastima muchísimo que se murió un chico de nuestra edad. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y revertir todo esto. Estoy muy arrepentido. Gracias por darme este espacio y siempre vamos a acatar todo lo que decidan”, le dijo al tribunal.
El mensaje público de los rugbiers coincide con la idea que difunden los grupos de apoyo: que se trató de una pelea que terminó mal.
Desde esta cuentas proponen una cadena de oración para que los acusados no sean condenados a prisión perpetua.
Rubierszarate1 es una de las más activas. Los que la manejan aclaran que no es de apoyo a los acusados, sino un canal de difusión de las principales noticias que tiene el caso.
Las otras están en las antípodas. Rugbierslibres, por ejemplo, plantea una “historia mal contada”. Desde su nombre deja en claro su apoyo incondicional a los rugbiers: “Justicia para los 10 inocentes”, piden.
Rugbierszarate plantea algo similar desde su creación: “Justicia Justa”, exigen y refiere no tener vínculos familiares con los acusados y aclara que está en contra de la “justicia social”.
“Yoapoyoamatiasbeniceli” es otro usuario que insiste que la cuenta no fue creada por ningún familiar: “Es de apoyo para los chicos, para que sepan ellos solos que cuentan con apoyo. No soy ningún familiar. No soy ninguna amiga”, agrega la info. Como la de Benicelli, hay otras iguales (yoapoyoaciropertossi o apoyoxalejomilanesi) que también abonan y reproducen un mismo hashtag: “Ellos también pueden ser tus hijos”.
Otras frases que buscaron instalar como tendencia en estas últimas semanas, como #losrugbiersnoestansolos o #YoApoyoALosRugbiers, tuvieron pocas interacciones.
Acorralados. “Todos hicieron todo”. La conclusión del fiscal Juan Manuel Dávila, durante el extenso alegato del miércoles resume el pensamiento de la acusación y la querella. Para ellos los ocho rugbiers actuaron con el objetivo de darle muerte a Báez Sosa, el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell.
“Matalo a ese negro de mierda”, fue una de las frases que más repitió Dávila antes de formular el pedido de prisión perpetua por los delitos de “homicidio agravado por alevosía y concurso premeditado” para los ocho acusados.
La primera jornada de los alegatos fue transmitida en vivo por el canal de Youtube de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. La exposición de la fiscalía y la querella encabezada por Fernando Burlando convirtió en tendencia en las redes sociales a varios de los acusados, como Blas Cinalli, Máximo Thomsen y Enzo Comelli, como así también al fiscal y al propio abogado de la familia de la víctima. Algo parecido pasó el jueves con la intervención de la defensa y las últimas palabras de los acusados.
En los grupos de apoyo a los rugbiers buscaron instalar el hashtag “Ellos también pueden ser tus hijos”, aunque no lograron imponerlo.
Lo que viene
◆ El veredicto del caso está previsto para el lunes 6 de febrero.
◆ Como los tres alegatos, será transmitido en vivo por el canal de Youtube de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires.
◆ Desde que se inició el debate, el lunes 2 de enero pasado, declararon 87 testigos y se llevaron a cabo quince audiencias.
◆ El miércoles 25 la fiscalía pidió que los ocho acusados sean condenados a prisión perpetua por homicidio agravado por alevosía y concurso premeditado.
◆ La defensa, en cambio, planteó que el debate afectó el principio de congruencia y solicitó la absolución de sus defendidos.
La curiosa encuesta de Burlando
El abogado Fernando Burlando, representante de los padres de Fernando Báez Sosa difundió una encuesta con cuatro posibles condenas que el tribunal podría dictarle a los ocho acusados, para que voten los usuarios de Twitter.
“Conforme a las pruebas presentadas durante el juicio y los alegatos de la fiscalía, querella y defensa ¿Cuál creés que será la sentencia de los jueces?”, tuiteó el letrado.
El representante de Graciela Sosa y Silvino Báez, padres del joven asesinado, dio cuatro escenarios posibles.
“Absolución: Libres, homicidio por riña: 2-6 años, dolo eventual: 8-25 años y alevosía y premeditación: perpetua”, escribió.
Con casi 55 mil votos, el 60 por ciento de los usuarios se volcaron hasta esta tarde por la pena máxima y en segundo lugar quedaba el “dolo eventual”.
En tanto, la “absolución” llegaba al 1,3 y el “homicidio por riña” 7,2.
Una de las respuestas a su propuesta con mayores reacciones fue la de un usuario que le dijo: “No deberías abusar de la opinión pública para meterle presión a los jueces... Dejalos que trabajen en paz”.
En su alegato del miércoles, Burlando dijo que los acusados actuaron en bloque y que deben ser condenados a perpetua.