El 26 de noviembre del 2021 Adolfo Pérez Esquivel cumple 90 años de vida.
Nació en Buenos Aires en 1931, y desde pequeño Adolfo Pérez Esquivel experimentó el amor por la cultura y el arte. De chico aprendió a tallar madera, mientras que el tiempo que vivió con su abuela, que hablaba guaraní y poco castellano, logró cultivar en él conocimientos sobre la historia y la tradición de los pueblos nativos de América.
El 10 de diciembre de 1980 Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz. “En nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios”, comenzaba su discurso de agradecimiento al recibir el galardón.
Aunque en gran parte reconocido por su activismo, Adolfo Pérez Esquivel ha sido también escultor y docente y su ardua trayectoria de compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos, a través de métodos pacíficos aún en tiempos de dictaduras militares en América Latina son méritos reconocidos hasta el día de hoy.
Adolfo Pérez Esquivel, un Nobel de la Paz
Adolfo Pérez Esquive estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, en la cual después sería profesor titular de escultura durante casi 25 años. Asimismo, en la Universidad Nacional de La Plata obtuvo el título en arquitectura y urbanismo.
No fue entonces hasta principios de los años 70 que se involucró en movimientos que luchan por la paz. En 1973 fundó el periódico "Paz y Justicia" que se convirtió en cumbre del movimiento pacifista y de apoyo a organizaciones y sectores populares.
En 1974 participaba activamente en la fundación del Servicio de Paz y Justicia, un movimiento en defensa de los Derechos Humanos en América Latina, del cual el periódico se convirtió en el órgano de difusión oficial, mientras que un año más tarde participó en la creación de la “Asamblea Permanente por los Derechos Humanos”.
Sin embargo, la constante lucha de Esquivel también le costó su encarcelamiento en repetidas ocasiones. En 1976, mientras en Argentina se abría paso el golpe de estado militar comandado por Jorge Rafael Videla, la organización Servicio de Paz y Justicia, sirvió como mecanismo para la defensa de los derechos humanos, promocionando una campaña internacional con el fin de denunciar las atrocidades cometidas por el régimen militar.
Por lo que en el mismo año, fue encarcelado en Ecuador junto con obispos latinoamericanos y estadounidenses. En 1977, en Buenos Aires, fue arrestado por la Policía Federal Argentina, torturado y detenido sin juicio durante 14 meses y en libertad vigilada otros 14 meses.
Su trabajo, sin duda, rindió frutos en 1980 cuando Pérez Esquivel fue premiado con el Nobel de la Paz, distinción que permitió dar a conocer al mundo el plan de genocidio sistemático llevado adelante por la dictadura cívico-militar.
La noticia de su selección ocurrió el 13 de octubre, el anuncio que llegaba desde la Embajada de Noruega en Buenos Aires, en la que se les notificaba la distinción de Adolfo Pérez Esquivel como Premio Nobel de la Paz, no agradó a la cúpula militar aún en el poder. Todos los galardones que recibió (una medalla, un diploma y un premio monetario), recibidos en el acto oficial del 10 de diciembre de 1980, lo puso a disposición de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Para Esquivel, el Premio Nobel de la Paz no fue percibido como algo individual, por lo que su trabajo no quedó ahí, continuó recorriendo los países latinoamericanos afectados por las dictaduras y promovió en el mundo la defensa de la vida, la educación por la paz y los Derechos Humanos.
En América Latina participó en la resistencia contra la invasión de Panamá por parte de Estados Unidos, el Barco de la Paz a Nicaragua en 1984 en apoyo a la Revolución Sandinista y en la campaña contra la guerra civil en El Salvador.
En 1995 encabezó la Misión de Paz del Servicio de Paz y Justicia a raíz de la guerra entre Perú y Ecuador, visitando ambos países.
Desde entonces, Adolfo Pérez Esquivel, continúa militando en favor de los derechos humanos con la misma convicción que desde 1973.
Desde el Servicio de Paz y Justicia encabeza un intenso trabajo social en toda Latinoamérica, paralelamente con el proyecto Aldeas de Jóvenes.
“Pérez Esquivel es uno de los argentinos que han aportado un poco de luz a una noche profunda, a través de una política de no violencia", destacaban en el anuncio oficial de la entrega de aquel Premio Nobel, su luz aún continúa brillando.