Con la excusa de su cumpleaños número 60, el presidente Mauricio Macri dio una entrevista relajada en la que habló de su edad, sus miedos, sus deseos y su familia. Con su asesor Alejandro Rozitchner como interlocutor el primer mandatario se refirió de sus problemas de ansiedad, a cómo "flashea" mirando jacarandás, a su muerte y a su padre.
"Me está costando asumir este dígito, porque cuando mi viejo cumplió 60, tengo patente haber dicho: 'Qué viejo que está'. Yo tenía 30. Me parecía que era una edad a la que era imposible llegar. Y de golpe llegó", comenzó la charla que se difundió a través del canal de Youtube +D60.
Sin embargo, Macri reconoció que los 40 fueron más difíciles. "Yo casi me mato a los 39, porque cumplía 40 y empecé a darme manija. Me choqué con un árbol esquiando en Estados Unidos. Estuve nueve días en terapia intensiva. Yo hice algo en ese bosque totalmente irracional que me llevó a chocar con los árboles, porque quise demostrarme que tenía 20. Fue una estupidez que casi me cuesta la vida", relató dando cuenta de sus años de psicoanálisis.
En este punto, el presidente reconoció que ahora se siente mas "sabio". "Aprendés a manejar mejor los tiempos. Lo dice un ansioso. Igual trabajo para poder empezar a hacer la pausa y poder contemplar, antes era imposible para mi contemplar", confesó.
También hubo tiempo para un mea culpa. Si bien se definió como un hombre para el cual "la amistad es todo", admitió que en sus relaciones de pareja siempre fue "inmaduro" y "egoísta". "Siempre fui muy inmaduro, sobre todo en mis relaciones de pareja, era egoísta, no sabía compartir. También con mis hijos. Siempre he sido muy cariñoso, pero los ponía en tensión con otras cosas a disputar el tiempo".
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Luego, ante una rara pregunta que realizó Rozitchner sobre la naturaleza, Macri habló de cómo "flashea" con los árboles. "Ahora un jacarandá te para. Flasheás con un jacarandá, decís: 'mirá los colores, mirá lo que pasa'. También pasa que empezás a darle una valor distinto a lo material. En mi caso, me fui alejando cada vez más del consumismo", contó y explicó que hace más de 10 años que no se compra un auto.
Sobre el final, ante la pregunta sobre la muerte, el presidente sostuvo que está aprendiendo a "desdramatizar". "Me estoy empezando a socializar. Se me han muerto una seguidilla de amigos muy importantes de golpe y me pegaron mucho, me hicieron llorar mucho, y empecé a pensar que es así, 'basta de dramatizar'", dijo.
Al pensar en su propia muerte, inmediatamente lo conectó con su padre. "Lo único que espero es que me toque una muerte rápida. Tampoco me quiero quedar atrapado en la vida como le está pasando a mi padre que está acá y no está acá. Ya hace más de un año que esta postrado y si tiene algún momento de lucidez la debe pasar muy mal", sostuvo y remató con un crudo recuerdo: "el último trato consciente que tuve me pidió que le de una pastillita para sacarlo de acá".
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