“Estoy convencido de que esta cuarentena nos permitió evitar un colapso sanitario como pasó en otras ciudades del mundo”. La frase de Horacio Rodríguez Larreta fue en consonancia con quienes lo acompañaban: el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof.
Larreta volvió a ser uno de los protagonistas de las nuevas medidas para endurecer la cuarentena. A pesar de que, en las últimas semanas, fue quien más se resistió, terminó cediendo y propuso cerrar comercios y frenar las salidas deportivas (el running).
El jefe de Gobierno porteño, junto a su equipo de Salud, observó, en los últimos días una suba ostensible en la cantidad de contagios y en la ocupación de camas de terapia intensiva. Esos datos, sumados a la presión de Kicillof, terminaron de ser claves para volver atrás con el aislamiento en la Ciudad.
“Hace tres semanas, teníamos 400 casos nuevos por día en la Ciudad. La semana pasada teníamos un promedio de 650 y esta semana estamos en un promedio de 850 casos nuevos por día, con algunos picos de hasta 1.000. Estos datos muestran que la escalada de casos es exponencial”, explicó Larreta.
Entre las medidas, desde el miércoles que viene, unos 70 mil comercios volverán a cerrar por, el menos, 16 días. Solo quedarán abiertos los esenciales: supermercados, farmacias, ferreterías. Como ocurrió al comienzo de la cuarentena. Esta vez se sumarán los bancos.
Con la recaudación en baja, una mora en el orden del 60% en Patentes y una caída del 15% en Ingresos Brutos, la actividad económica fue una de las cuestiones que pesó para que Larreta no se haya convencido antes de volver a cerrar.
Volviendo a las medidas, en lo que refiere al transporte público, Larreta llevó, el jueves por la noche a Olivos un informe detallado que le armó el secretario del área, Juan José Méndez. Allí no se incluyó hipótesis de máxima, como por ejemplo cerrar el subte.
“Vamos a redoblar las medidas para reducir la movilidad y el uso del transporte público en el Área Metropolitana. Hace dos semanas habíamos detectado un aumento en el uso del transporte público que nos preocupó. Aún con las restricciones, 885.000 personas ingresan por día a trabajar a la Ciudad”, explicaron fuentes oficiales a PERFIL. Por ello, a partir del lunes, sólo podrán utilizar el transporte público los trabajadores esenciales. Para esto, se sumará el control en la SUBE que controla el Gobierno nacional.
En lo que refiere a la actividad comercial, continuarán las modalidades de delivery y de retiro de comida en los locales gastronómicos. El resto, como textiles, calzado o decoración, deberán cerrar de nuevo aunque sean comercios barriales. “El Gobierno nacional nos dijo que iba a dar un apoyo para acompañar a los comerciantes en esta situación y vamos a complementarlo con medidas desde la Ciudad, que se irán detallando en los próximos días”, adelantaron en el Gobierno porteño.
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En lo que refiere al running y la actividad física al aire libre, desde el miércoles hasta el 17 de julio volverá a estar prohibida. “Tenemos que ser prudentes. Por más que yo dije que el riesgo de contagio al aire libre es mucho menor, el riesgo nunca es cero. Para poder dar vuelta la curva de contagios tenemos que ser lo más estrictos posible”, apuntó el jefe de Gobierno. Sin embargo, las salidas recreativas seguirán los fines de semana para que padres e hijos puedan salir.
“Van casi 100 días de cuarentena y yo sé la angustia que nos genera. Sabemos del cansancio y de la frustración por esta situación. Mucha gente que no puede ir a trabajar, todos los padres y los hijos que no pudieron estar juntos el día del padre. Las familias que tienen que organizarse entre el trabajo en casa y las tareas de los chicos que no van a la escuela. Es una situación muy dura y muy difícil para todos”, fue otra de las frases clave en Olivos del jefe comunal.