San Patricio murió un 17 de marzo y cada año se lo recuerda en la República de Irlanda, un país fervientemente católico. Sin embargo, sus vecinos de Irlanda del Norte, también lo festejan por costumbre, aunque sean protestantes y pertenezcan a la corona británica, y organizan un desfile en Belfast, su capital.
El punto central de la celebración irlandesa tiene lugar en Dublín, la capital de la República de Irlanda, hacia donde viajan, vestidos con algo verde, cerca de 700.000 irlandeses –y muchos extranjeros- para sumarse a un mega desfile en el centro de la ciudad, chocar sus vasos de cervezas durante cinco días y luego regresar hasta el año próximo.
Al principio, San Patricio era solamente una celebración religiosa, pero en 1903 comenzó a ser un evento popular y en 1931 se le sumó el desfile callejero en Dublín, desde luego con fuerte oposición de la corona británica, con la que nunca se llevaron muy bien los irlandeses (del sur).
San Patricio, santo “cervecero”
El primer Festival de San Patricio ocurrió recién el 17 de marzo de 1996, cuando el país se dio cuenta del gran atractivo cultural y el potencial turístico que tenían entre manos.
De todos modos, a cuenta de la significativa inmigración irlandesa en los últimos dos siglos, varios países del mundo se ponen a la cola de los festejos, que sin duda, fuera de su patria green son encabezados por Estados Unidos y Canadá.
Hasta hace unos cinco años, España también integraba el cuadro de honor del brindis por el San Patricio irlandés. Sin embargo, desde el 17 de marzo de 2006, cuando en Sevilla se organizó un Botellón (convocatoria de jóvenes para encontrarse en espacios públicos y beber, entre otras cosas, cerveza) y luego siguieron los Macrobotellones, en numerosas ciudades españoles, el verde irlandés se fue desdibujando a favor de una propuesta más autóctona.
En Argentina, Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Santa Fe siempre dicen presente a la hora de los brindis por el santo patrono católico.
San Patricio en Nueva York
De todos modos, por despliegue y varios barriles a cuenta, Nueva York logró convertirse en el epicentro de los festejos en honor al santo irlandés. Dicen los irlando-estadounidenses que les compete a ellos haberlo inaugurado el 17 de marzo de 1762, 14 años antes de que ese país incluso se independizara de Gran Bretaña.
San Patricio también es el patrono de la Archidiócesis de Nueva York y el desfile neoyorquino comienza cada año a las 11 hs, puntualmente.
Ciento cincuenta mil personas marchan por la 5ta Avenida, desde East 44th Street hasta East 79th Street, mientrs dos millones de espectadores se amontonan en las veredas, para agitar a su paso sus banderitas de Irlanda. Y no es algo improvisado: se prepara durante meses.
San Patricio ¿irlandés?
¿Por qué tanta euforia por San Patricio? En un mundo que se desacraliza a pasos acelerados, parece que San Patricio no era irlandés ni tampoco se llamaba Patricio. No obstante, congrega cada vez más seguidores.
Sus orígenes son bastante difusos. Se sabe que nació en el año 387 en Escocia y que se llamaba Maewyn. A los 16 años lo secuestraron unos piratas que lo vendieron como esclavo en Irlanda, donde trabajó como pastor. Cuando recuperó la libertad, se escapó a Francia y se encerró en un monasterio, de donde solo salió con el título de sacerdote católico.
Regresó a Irlanda y fundó colegios, iglesias y monasterios. Fue nombrado Obispo de Irlanda y su nombre quedó asociado a la Isla Verde.
Patricio murió el 17 de marzo del año 461 en Saul, Downpatrick, en Irlanda del Norte. Desde 1780 es el santo patrón de Irlanda y nunca conoció la cerveza.
Fue seis siglos más tarde, entre 1130 y 1540, cuando los unos 400 monasterios y abadías irlandeses comenzaron a destinar parte de sus tierras al cultivo de cebada y, en consecuencia, a elaborar sus propias cervezas, con las que paliaban las largas horas del día, repartidas entre las oraciones, el cultivo de la tierra y las libaciones.
La primera cervecería comercial que tuvo Irlanda fue en 1696, al lado de una abadía franciscana, en Kilkenny, una ciudad que en el 1195 invadieron los normandos, pero le dejaron a cambio un castillo espléndido.
San Patricio, verde a full
El símbolo más famoso de San Patricio es el trébol verde y proviene del mismo santo “irlandés”. Didáctico y evangelizador, solía recoger del camino un trébol de tres hojas cuando quería graficar a los creyentes qué era la Santísima Trinidad: tres pétalos –Padre, Hijo y Espíritu Santo- unidos en una sola hoja.
Por ese motivo, la celebración de San Patricio quedó estigmatizada con el color verde. A tal punto que, desde 1961, en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, en donde la comunidad irlandesa también es potente, cada año tiñen de verde el río homónimo, con un producto de color naranja, supuestamente de origen vegetal, que luego vira al verde cuando calienta el sol.
San Patricio cerca de casa
Para celebrar un día de San Patricio con un porrón o una pinta en mano, ya no es necesario viajar a Dublín, Chicago o Nueva York.
En cualquier ciudad, incluso en Argentina, ya hay bares que se visten de verde y ofrecen promociones, 2x1, descuentos, happy hour, o incluso tal vez una auténtica Guinness.
En redes sociales la convocatoria responde a los hashtags #felizdiadesanpatricio #sanpatricio #vivasanpatricio
